Agencia AJN.- Se espera que los ministros israelíes se reunan en las próximas horas para definir si Israel ajusta el moderado cierre nacional que entró en vigencia para contener el brote de la pandemia del COVID-19, mientras la cantidad de casos diarios se incrementa cada vez más. «Cientos de israelíes más morirán, miles estarán en estado grave y decenas de miles más se infectarán con coronavirus si no se ajusta el cierre», dijo el martes el ministro de Salud de Israel, Yuli Edelstein.

Edelstein se reunió con un equipo de funcionarios de salud con el telón de fondo de una infección en aumento y antes de una reunión del gobierno que se supone que tendrá lugar el martes por la tarde. Se espera que él y el primer ministro Benjamín Netanyahu presionen por un cierre similar al que se implementó en septiembre, en el que todas las escuelas estaban cerradas y los lugares de trabajo funcionaban con una capacidad extremadamente limitada.

El martes por la mañana, el Ministerio de Salud informó que 8.311 nuevos casos fueron diagnosticados el día anterior – 7,4% de los examinados dieron positivo. Unas 837 personas están en estado grave, incluyendo 187 que están intubadas. El número de muertos refleja que 3.448 personas han sucumbido a COVID-19 en Israel.

Según la Dra. Sharon Alroy-Preis, jefa de los Servicios de Salud Pública, la tasa de reproducción (R) es de 1,27 y es superior a una en el 95% de las ciudades de Israel. Ella dijo que el 65% del país es catalogado como «zonas rojas» y que «incluso si cerramos hoy, los números seguirán aumentando».

La doctora dijo a los periodistas que los números reales están superando incluso las peores predicciones del Ministerio de Salud. «Queremos construir un puente entre el día de hoy, entre la tasa actual de infección y el éxito de las vacunas», dijo Edelstein en la sesión informativa. «Sólo podemos construir este puente con una condición: un cierre completo».

«Amigos, deben entender bien cuál es el precio de no hacer nada hoy: cientos de muertos, miles de personas en estado grave y decenas de miles de enfermos», enfatizó el ministro. Además, señaló que el gobierno votó a favor de un cierre estricto cuando había 2.900 nuevos casos por día y que hoy en día, cuando los casos casi cuadruplican esa cifra, con más de 8.000, el gobierno aún no ha tomado una decisión.

Edelstein pidió a los ministros que se alejaran de tomar decisiones populistas y en su lugar pusieran la salud en primer plano, y pidió al público que hiciera lo mismo. «Hay una posibilidad de salir de esto si todos recordamos que en este país todavía hay solidaridad y que la gente sabe cuál es su responsabilidad individual», agregó.

Un cierre total significaría reducir el número de personas que pueden ir a trabajar a empresas que no reciben al público del 50% al 30%, y reducir el transporte público.

Sin embargo, la mayor batalla es sobre si las escuelas deben cerrar.

El primer ministro suplente Benny Gantz se opone a permitir que todas las escuelas cierren, al igual que el ministro de Educación Yoav Gallant y el ministro de Ciencia y Tecnología Yizhar Shay.

Sin embargo, Gantz se reunió con el zar del coronavirus Nachman Ash el martes, y parece que ahora está considerando apoyar el cierre de las escuelas sujetas a la vacunación del personal docente y con la garantía de que el sector ultraortodoxo no podrá operar en contra de las regulaciones.

Edelstein durante la sesión informativa dijo que «el cierre será un cierre y no habrá excepciones. La gente tiene que entender esto, y tenemos que trabajar juntos».

Al mismo tiempo, Gantz dijo que aunque votara a favor del plan del Ministerio de Salud, insistiría en mantener abiertos los centros preescolares en cualquier localidad verde que quedara.