Agencia AJN.- El profesor Gal Luft, ciudadano israelí buscado por las autoridades estadounidenses por cargos de tráfico de armas, ha desaparecido de Chipre, donde residía, y sigue en paradero desconocido, informaron el miércoles los medios de comunicación chipriotas.

La policía local confirmó el 28 de marzo su desaparición y un día después se encontró su coche abandonado en la isla.

Luft, coronel retirado de las IDF y copresidente del Instituto para el Análisis de la Seguridad Global, con sede en Washington, fue detenido por la policía chipriota en el aeropuerto internacional de Larnaca el pasado mes de febrero en virtud de una orden emitida por Interpol, tras ser sospechoso de tráfico de armas con Libia y China.

Un tribunal chipriota que deliberaba sobre una solicitud de extradición de Estados Unidos le ordenó entregar su pasaporte a las autoridades y depositar 400.000 euros como fianza antes de ser puesto en libertad. También se le exigió que se registrara semanalmente en la comisaría de Pafos, pero no lo había hecho en el último mes, ni se había presentado a tres de las citas de su juicio.

Luft ha afirmado que se le perseguía por motivos políticos tras revelar al FBI pruebas incriminatorias sobre Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden.

Pidió ayuda al gobierno israelí alegando una conspiración contra él.

«Las acusaciones contra mí son falsas», dijo. «Nunca he traficado con armas ni con petróleo, ni he ganado un céntimo con tales negocios», afirmó.
Estados Unidos intenta enterrarme para proteger a Biden y a su hijo», afirmó Loft.

El abogado estadounidense de Luft, Robert Henoch, dijo que temía por la vida de su cliente. Recientemente fue citado afirmando que Luft estaba siendo perseguido políticamente porque intentó, hace cuatro años, informar al Departamento de Justicia sobre los negocios realizados por Hunter y Joe Biden con el gobierno chino. Hunter, según él, había recibido 100.000 dólares en pagos mensuales de CEFC, una empresa china.

Mordechai Tzivin, que también representa a Luft, se mostró sorprendido por los informes de Chipre. «Por lo que conozco a Gal Luft, nunca haría nada contrario a la ley», dijo Tzivlin. «Independientemente de los informes, es posible que ciertas personas o instituciones estadounidenses, que temen la información que posee mi cliente, hagan todo lo que esté en su mano -en virtud de la ley- para impedir que testifique sobre lo que sabe». dijo.