Agencia AJN.- Javier Milei. El Jerusalem Post informó sobre las elecciones argentinas. «Con su cabello alborotado, sus chaquetas de cuero y su afición por cantar canciones de rock a todo pulmón a sus seguidores, no rehuye tildar a sus oponentes políticos de “ladrones”».

Lo describe como un hombre de «52 años, carismático economista», cuyo «estilo audaz recuerda al del expresidente estadounidense Donald Trump, logró la mayor parte de los votos en las elecciones primarias abiertas del domingo. Este sorprendente resultado ha sacudido la carrera por el cargo más alto de la nación».

Sin embargo, lo que muchas personas quizás no sepan es la profunda conexión de Milei con el judaísmo. Aunque él mismo no es judío, a menudo relaciona su estilo de liderazgo con el de Moisés y hace referencia a narraciones bíblicas, incluida la porción semanal de la Torá que se lee en Shabat.

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Cuando se le planteó la cuestión de sus aspiraciones posteriores a la presidencia, respondió rápidamente con el deseo de “viajar a Jerusalén para profundizar en sus estudios de la Torá, el Talmud y otras escrituras judías”.

Sin embargo, no todos son fanáticos. Algunos críticos desconfían de sus asociados de extrema derecha, y ocasionalmente los califican de neonazis, según el informe.

El ex músico de rock de poca monta y atleta se opone al aborto y apoya el derecho a portar armas. Ha criticado las leyes laborales favorables a los trabajadores como un «cáncer», dijo que el estado es la «base de todos los problemas» y elogió al gángster estadounidense Al Capone como un héroe.

Milei una vez proclamó: “Mi ley es la Torá”. Pero la pregunta sigue en pie: ¿Esa convicción lo llevará a la presidencia de Argentina?