Los llamados ataques "etiqueta de precio" en Israel han ido demasiado lejos. Este fenómeno aborrecible, que comenzó en el 2008, es antitético a los valores judíos y se para en contraste con la ética democrática que ha fundado el Estado de Israel. Si sigue sin prestársele atención, estos actos horrendos motivados por el odio podrían amenazar los cimientos de la sociedad israelí.

 

Deben parar y los perpetradores deben ser vigorosamente investigados y enjuiciados con todo el peso de la ley. Los ataques "etiqueta de precio" – traducidos del hebreo "tag mechir" – son esencialmente asaltos de venganza a sitios religiosos, propiedades privadas, cementerios, vehículos y otras estructuras, llevados a cabo contra árabes y a veces incluso soldados israelíes por extremistas, y a menudo jóvenes, israelíes judíos.

 

Estos individuos reaccionan ante un número de eventos – incluyendo el desmantelamiento de asentamientos ilegales por funcionarios del gobierno, progresos en el proceso de paz israelí palestino y ataques terroristas contra israelíes – vandalizando mezquitas e iglesias con graffitis ofensivos, cortando gomas de autos pertenecientes a árabes, destrozando propiedades árabes y tirando piedras a vehículos pertenecientes a soldados de la Fuerza de Defensa de Israel.

 

Los perpetradores se guían por una filosofía de venganza dirigida a aquellos que no comparten sus creencias políticas o religiosas extremas, y están usualmente inspiradas por líderes religiosos y otros, que envían mensajes de odio. Infame entre estos se encuentra el Rabino Yitzhak Ginsburg, autor del tratado de odio "Torat Hamelech", que pide el asesinato de niños árabes. Funcionarios de seguridad israelíes estiman que cerca de 100 individuos involucrados con apoyar y llevar a cabo ataques de "etiqueta de precio" fueron "inspirados" por estos escritos y enseñanzas.

 

En reacción a una escalada reciente, importantes funcionarios israelíes, incluyendo el primer ministro, presidente y ministros del gobierno, han hecho fuertes declaraciones contra los ataques. Han prometido hacer todo en su poder por combatir este fenómeno y se propuso una legislación en la Knesset, parlamento israelí, para clasificar a los ataques "etiqueta de precio" como una forma de terrorismo, un término cargado política y retóricamente.

 

Más allá de esas declaraciones importantes parece haber pocas acciones visibles para llevar a los responsables ante la justicia. La clasificación de terrorismo no pudo llegar al plenario de la Knesset para ser votado y la acción policial solo ha tenido un éxito mínimo con la captura de solo unos pocos individuos, muchos de los cuales fueron luego liberados.

 

Además las acciones "etiqueta de precio" han tocado una fibra sensible en las amplias franjas de la sociedad israelí, y han resonado en muchos segmentos de la comunidad judía americana. En enero, una carta firmada por más de 100 rabinos denunció a estos ataques como "prohibidos según la Torá y la ética". Líderes responsables de asentamientos también han condenado los ataques y algunos residentes del asentamiento Yitzhar, donde muchos de los seguidores de Ginsburg residen, han empezado a reportar acciones sospechosas a funcionarios de la ley.

 

"Tag Meir", una coalición interreligiosa diversa de 40 organizaciones que trabajan para actuar contra el impacto destructivo de los ataques "etiqueta de precio" con esfuerzos por limpiar luego de los golpes y llevar a cabo eventos que promueven la tolerancia y la coexistencia, ha sido muy abierto y activo en su esfuerzo por aumentar la conscientización sobre esta creciente epidemia del odio.

 

Todos estos individuos y organizaciones, así como una gran mayoría de israelíes, reconoce el peligro de estos ataques a la fibra moral de la sociedad israelí y a la naturaleza democrática y judía del Estado, y entienden la necesidad urgente de tener medidas rápidas y efectivas. Sin embargo, muchos israelíes están frustrados por el fracaso en arrestar y enjuiciar efectivamente a los perpetradores. La falta de un plan fuerte de acción visible minimiza la credibilidad de la reciente ola de condenas oficiales.

 

Un número de funcionarios de seguridad israelíes actuales y anteriores ha dicho que la falta de resultados en frenar los ataques "etiqueta de precio" se debe directamente a la falta de una ley de aplicación adecuada y herramientas legales para contrarrestar el desenfreno. Si se da autorización, argumentan, las agencias policiales y de seguridad podrían finalizar rápidamente estos ataques. Los políticos israelíes deben encontrar el modo de hacer que se aplique la ley para perseguir efectiva y eficientemente a quienes incitan, apoyan y llevan a cabo estos horribles crímenes de odio. Una vez capturados, el sistema legal israelí debe proveer los medios para administrar un castigo apropiado a aquellos que, hasta ahora, han actuado con una aparente impunidad.

 

El 24 de mayo el Papa Francisco hará su primera visita a Israel, en lo que sin dudas será un peregrinaje histórico para un hombre que ha demostrado una gran reverencia no solo hacia el pueblo judío sino hacia toda la humanidad. Debido a que las iglesias de Israel son objetivos frecuentes de ataques "etiqueta de precio", usualmente acompañados por mensajes de odio sobre la cristiandad, los líderes de esta religión han expresado temores sobre que haya un ataque potencial durante la visita del pontífice.

 

Los funcionarios del gobierno deberían prestar atención a estas advertencias y actuar inmediatamente para autorizar una ley contra los perpetradores de estos crímenes de odio. Mientras más esperan más peligrosos se convierten.

 

No es solo un tema de proteger a las víctimas de aseltos y evitar el vandalismo de sitios religiosos sagrados para le cristianismo y los musulmanes. Es un tema de cumpliri con los ideales del alma democrática y judía del Estado de Israel. Las apuestas son altas. Estos ataques vienen con un precio.

 

Abraham H. Foxman es el director nacional de la Liga Antidifamación – ADL

 

JC