Agencia AJN.- El balance del Banco de Israel creció en 7 mil millones de NIS (2 por ciento) a aproximadamente 401 mil millones al cierre del año pasado. El incremento en los activos se atribuye a un salto en las reservas de divisas, que fue principalmente el resultado de las ganancias, la revaluación de activos y las compras de divisas realizadas por el Banco de Israel. “Estos fueron parcialmente compensados por los diferenciales negativos de la tasa de cambio sobre el valor de shekel de las reservas, principalmente como resultado de la apreciación del shekel frente al dólar”, aclararon desde la entidad financiera.

Debido al desequilibrio monetario que caracteriza el balance del banco, y a que los estados financieros se presentan en shekels, los cambios en el tipo de cambio frente a las monedas denominadas en el balance tienen un efecto que se refleja en grandes fluctuaciones en el valor de shekel de las reservas. “El Banco no actúa para cubrir el efecto de estos cambios ni para aumentar los rendimientos en términos de shekel, sino más bien en términos del numerario sujeto a las directrices establecidas por el Comité Monetario”, sostuvieron.

Además, en los últimos años, el banco aumentó gradualmente la proporción de las reservas de divisas invertidas en acciones, lo que tuvo un impacto significativo en los retornos de la cartera de reservas. Sin embargo, los beneficios del aumento en el valor de las acciones no se incluyen en el estado de pérdidas y ganancias del Banco, siempre que no se realicen y se atribuyan a las cuentas de revalorización.

En 2017, la entidad registró una ganancia de operaciones financieras de aproximadamente 140 millones de NIS. El beneficio financiero fue el resultado del aumento de los ingresos de las reservas de divisas y la reducción de los gastos en los diferenciales de los tipos de cambio.

En los últimos años, las ganancias en las reservas de divisas excedieron los gastos con respecto a las herramientas monetarias. Esta tendencia continuó en 2017, principalmente debido a la reducción de las brechas de las tasas de interés entre Israel y las economías en las que se invierten las reservas, y debido a un aumento en las ganancias del componente de acciones como resultado de los aumentos registrados en los mercados y una aumento en su peso en las reservas de divisas.

En contraparte, el estado financiero de la entidad financiera para 2017 se vio afectado por la política monetaria y varias tendencias de la economía mundial. La entidad registró una pérdida de 788 millones de NIS en 2017, en comparación con una merma de aproximadamente 5.300 millones de NIS en 2016.

Cabe recordar que los objetivos establecidos del Banco de Israel son: mantener la estabilidad de precios y apoyar el crecimiento, el empleo, reducir las brechas sociales y la estabilidad financiera. Su actividad no está destinada a generar ganancias. “Algunas de las medidas tomadas por el banco tienen ramificaciones significativas en sus estados financieros, pero junto con eso, el logro de los objetivos del Banco y el cumplimiento de su rol tienen ventajas para toda la economía que no se reflejan en los estados financieros”, afirmaron desde la entidad.