Agencia AJN.- Los residentes del distrito de Idleb en Siria comenzaron a sentir este sábado las acciones de la fuerza aérea rusa, que comenzaron a bombardear intensamente objetivos en toda la región. Temen que en los próximos días la campaña comience con toda su fuerza, y las fuerzas de rescate, que ya se vieron obligadas a trabajar y realizar restaces ayer, se preparan para días de plena actividad.

Después de los primeros ataques de la fuerza aérea rusa, los «cascos blancos» que operan en nombre de los rebeldes en Siria se vieron obligados a rescatar a civiles que se encontraban en la línea de fuego.

Al mismo tiempo, en la noche en el Kremlin, afirmaron que se realizan todos los esfuerzos posibles para no dañar a personas inocentes durante los bombardeos y se centraron en «dañar los bolsillos del terrorismo en el distrito».

Las fuerzas aéreas de Rusia y Siria lanzaron una serie de bombardeos masivos sobre el último bastión de los rebeldes, en el distrito de Idleb. La amplia ofensiva comenzó un día después de que culminara la cumbre tripartita de los líderes de Irán, Turquía y Rusia, que se reunieron para discutir los combates en el país.

El régimen de Assad, respaldado por Rusia e Irán, inició decenas de ataques aéreos en las afueras del sur de Idleb y al norte de Hama, zonas que están todavía bajo el control de los rebeldes del régimen de Assad. Según activistas de rescate, los helicópteros del ejército de Assad arrojaron barriles llenos de explosivos en las casas en las afueras de Khan Sheikhun.

Según el Centro Sirio de Derechos Humanos, aviones de combate rusos atacaron este viernes a varios objetivos de las organizaciones yihadistas que se oponen a Assad. «El objetivo era destruir las defensas de las fuerzas rebeldes», afirmó la organización. Según cifras de la ONU, las fuerzas opositoras al régimen tienen más de 10 mil combatientes en Idleb.

Durante las discusiones en una cumbre en Teherán el jueves, en la que participaron los presidentes ruso Vladimir Putin, de Turquía Recep Tayyip Erdogan y el iraní Hassan Rouhani se abordó la situación en Siria.

Según informes de la cumbre, Erdogan intentó lograr que Rusia aceptara un cese del fuego en sus ataques contra la ciudad bajo un régimen rebelde. Por otro lado, Putin afirmó que en esta etapa un armisticio no sería beneficioso y que Rusia «continuará luchando contra los terroristas en Idlib».

El presidente de Turquía llegó a decir que luchar con el apoyo de Irán y Rusia «solo causará un derramamiento de sangre innecesario en Idlib, y cada ataque allí terminará con un desastre humanitario». Rohani, por su parte, sostuvo que la lucha contra las fuerzas en Idlib era «inevitable como parte de la misión de restaurar la paz en Siria».»