La presidenta del Partido Laborista, Shelly Yachimovich, que respaldó el primer ministro Benjamin Netanyahu durante todo el Pilar Operación de Defensa, también expresó su apoyo al alto el fuego con Hamas, que entró en vigor durante la noche del miércoles.

"Esperemos que los objetivos justificados que se establecieron antes de la operación se hayan logrado", dijo la dirigente.

Sin embargo, el líder del nuevo partido Yesh Atid, Yair Lapid, y varios otros políticos cargaron con duras críticas a la decisión del Gobierno de aceptar un alto el fuego. "La tregua llega en el peor momento posible y antes de que los objetivos fijados por el propio gobierno hubieran sido logradas”, dijo Lapid.

"Después de que se prometió que Hamas sería eliminado y que no íbamos a negociar con ellos, el Estado de Israel negocia con Hamas y no lo elimina", dijo Lapid. "El gobierno muestra debilidad y vacilación en el cumplimiento de sus metas después de prometer calma completa a los residentes de Israel", sostuvo el candidato presidencial. 

Haim Ramon, quien se desempeñó como vice primer ministro durante la Operación Plomo Fundido hace unos cuatro años, también criticó el alto el fuego. "Desafortunadamente, es evidente que esta operación no logró sus objetivos, ya que el objetivo principal era poner fin al sufrimiento de un millón y medio de ciudadanos", dijo Ramon en declaraciones al portal de noticias Ynet.

En tanto, el líder opositor Shaul Mofaz criticó la decisión de anunciar un alto el fuego en Gaza, diciendo que "los objetivos de la operación no se cumplieron”.

En este sentido, Mofaz dijo que “sólo es una cuestión de tiempo” para que se retomen los ataques desde la Franja de Gaza. “Esta no es la forma de poner fin a una batalla contra el terrorismo", añadió el presidente de Kadima.

Para Mofaz, "la operación no debería haber sido detenida en este punto”. “Hamas está habilitada y la disuasión no ha sido restaurada. Hamas tiene la sartén por el mango", argumentó.

El presidente de la Unión Nacional, Uri Ariel, dijo que el anuncio del alto el fuego israelí era "una pantalla que intentó sin éxito justificar la capitulación vergonzosa del gobierno de Netanyahu y Lieberman".

Asimismo, el miembro del Knesset (Parlamento israelí) dijo que "los vecinos de Israel se sienten traicionados, y saben que van a tener que experimentar la indecisión del gobierno en su carne propia”.

GB