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La AMIA efectuó el encendido de la octava vela de Janucá en la plaza seca del edifico comunitario, utilizando como Menora (candelabro) el monumento del artista israelí  Yaacov Agam en homenaje a las víctimas del atentado a la AMIA.

En diálogo con la Agencia Judía de Noticias, Julio Schlosser, secretario general de la AMIA expresó: “Está casa es el símbolo del pueblo judío, de su no resignación ante la adversidad, de volver a levantar la sede de la AMIA de los escombros. Hoy estamos acá, sin miedo, con nuestra presencia y encendiendo la velas de Janucá. Cuando se debatía qué hacer con este solar después del atentado, había quienes querían hacer un museo, otros una plaza seca. Sin embargo prevaleció la opinión de aquellos que dijeron que teníamos que volver a hacer la AMIA en el mismo lugar, por que queremos demostrarle al mundo, al terrorismo internacional, que no ganaron, Y por eso estamos acá y encendemos estas luminarias. Por eso hacemos votos para que todo el pueblo judío viva siempre en paz”.

Por su parte, el profesor Moshé Korim, director del Departamento de Cultura, explicó la historia y el sentido de la festividad, y resaltó que desde aproximadamente 2140 años se festeja y rememora la revolución de un pueblo que lucho por su supervivencia y por querer seguir siendo quien es. “Nunca nos opusimos como pueblo a recibir y aprender  de las demás culturas, pero no en transformarnos y dejar de ser lo que somos. Si en la Argentina hay un lugar simbólico donde el sentido del encendido de la Janukiá tiene un profundo y doble valor es justamente en el reconstruido edificio de la AMIA”, dijo.

“No vamos a poder olvidar jamás que este lugar en donde está la Janukiá, donde nosotros estamos sentados, donde se desarrollan tantas actividades culturales, educativas, sociales, sionistas y políticas, tiene el sentido de la recordación permanente de la reconstrucción del Templo de Jerusalem que había sido condenado a la destrucción y profanación hace 2.140 años, por que como dice el texto ‘en nuestros tiempos también sucedieron estas cosas’”, agregó.
Los dirigentes presentes, los miembros del Departamento de Cultura de la AMIA, azkanim (voluntarios), artistas y profesionales, sobrevivientes de la Shoá y asociados de la institución fueron los encargados de prender las nueve luminarias, el Shamash (bedel) y las ocho velas de Janucá. El jazan (canto litúrgico) Jaime Halperin fue el encargado de pronunciar las bendiciones correspondientes y entonar las canciones tradicionales “Hal Hanisim” y “Mao Tzur”.

Entre los presentes también estuvieron el vicepresidente de la DAIA, Alberto Hammerschlag; el presidente de la OSA, Manuel Junowicz; el vicepresidente de FACCMA, Jorge Slafer; el secretario de actas de la AMIA, Simón Drelevich; el director ejecutivo de la OSA, Benny Schneid; la tesorera de Amigos del Maguen David Adom, Elsa de Szlufman; Leonardo Chlmir y Mauricio Szlufman.

Conducido por Gaby Vilensky,el acto fue amenizado musicalmente por el Grupo Hasambá de la productora Yerba Mate.

EACh – JC