Tras el anuncio oficial ayer (viernes) por parte del Departamento de Estado norteamericano de la decisión de no asistir a la conferencia Durban II, la ministra de Asuntos Exteriores de Israel, Tzipi Livni, manifestó su beneplácito, reporta el periódico Haaretz en su edición digital. En respuesta a dicho comunicado, declaró: “Durban II es una conferencia cínica, que es toda antisemitismo explícito y antiisraelismo bajo la apariencia de lucha contra el racismo. La decisión del gobierno de los Estados Unidos expresa en forma auténtica y valiente los valores de la dirigencia del mundo libre, y esta resolución debería señalarles el camino a otros países que comparten esos mismos valores”, prosiguió. Livni señaló que el Ministerio de Relaciones Exteriores seguirá de cerca los acontecimientos de Ginebra así como los resultados de la conferencia. “Debemos estar preparados para una participación renovada, si el documento basado en nuevos criterios se transforma en una base para el debate”, sostuvo.
Estados Unidos, por su parte, emitió a través del portavoz del Departamento de Estado, Robert Wood, un comunicado dado a conocer en últimas horas de la tarde de ayer, donde se sostiene que “nuestra delegación se reunió con más de 30 misiones y partes interesadas, y mantuvimos consultas con otros gobiernos acerca de nuestros esfuerzos. La participación de la delegación norteamericana fue recibida favorablemente, pero, desgraciadamente, el documento a ser tratado fue empeorando, y el texto del borrador actual es insalvable. En consecuencia, Estados Unidos no participará en otras negociaciones acerca de este texto, ni tomaremos parte en una conferencia basada en él. Una conferencia semejante será una oportunidad perdida para hablar con claridad del problema del racismo existente”.
Debido a la gravedad del contenido de los borradores, Estados Unidos interrumpió los contactos con los países que los habían redactado y optó por no negociar el carácter de las propuestas.
Entre las organizaciones judías que reaccionaron ante el anuncio, las máximas autoridades de la Liga Antidifamación manifestaron que “aplauden al gobierno que se rehúsa a ser parte de un proceso que tildará a Israel de país racista. La campaña por caracterizar la política de Israel hacia los palestinos como racismo sirve al objetivo de revitalizar la infame acusación de que el sionismo es una forma de racismo. La rápida y clara decisión muestra que el gobierno norteamericano habla con una voz moral y consistente contra el intento por aislar a Israel y condenarlo en las Naciones Unidas, y que está decidido a sumarse a una lucha contra el racismo limpia de manipulaciones y de odio. La conferencia en sí misma esta infectada del mismo racismo que dice combatir”, concluye el comunicado.
CS