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La Agrupación 18J conmemoró el atentado a la AMIA en Plaza de Mayo

 AJN.- En un emotivo acto, sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas renovaron su pedido de justicia y criticaron el encubrimiento, la mentira y la impunidad que rodea a la causa. En referencia a los cuatro homenajes que se hicieron en distintos puntos de la ciudad, Olga Degtiar, madre de Cristian Adrián, expresó a la Agencia Judía de Noticias (AJN): “Tommy Saieg le dijo a un familiar que el año que viene ojalá estemos todos juntos y podamos decir discursos diferentes, con distintas opiniones, pero que todos los familiares tengan el mismo derecho”.

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 En la Plaza de Mayo, frente a la Casa de Gobierno y a un costado de la Pirámide de Mayo, la agrupación 18J, de sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas del atentado a la AMIA, realizó su acto conmemorativo del 20º aniversario del atentado que el 18 de julio de 1994 destruyó el edificio de la AMIA, asesinó a 85 personas, dejó más de 300 heridos e incalculables daños materiales.

Luego de efectuarse un minuto de silencio, leyeron los 85 nombres de las víctimas y efectuaron una suelta de 85 globos negros.

La primera oradora fue Andrea Poretti, representante de la Comunidad Sant’Egidio de Buenos Aires, quien afirmó: “La memoria de la AMIA ha sido y es para la comunidad de Sant’Egidio una cita fija a lo largo de los 20 años que han transcurrido. No nos convoca aquí, como está mañana en la calle Pasteur o el lunes en la Catedral, sólo un acto de presencia, sino el acompañamiento cercano a los más allegados de las víctimas, sus familiares queridos y amigos”.

“La comunidad de Sant’Egidio, cultora de la memoria, ha construido a través de los años la conciencia que manifiesta que quien olvida, quien no tiene memoria del pasado, está destinado a repetirlo; y esa es justamente la premisa que año tras año moviliza el 16 de octubre a la comunidad de Sant’Egidio de Roma, junto a la comunidad judía, a una marcha que recorre las calles de Roma desde la Basílica de Santa María hasta la Sinagoga, en recuerdo de la deportación de los judíos del Gueto de Roma, de 1943”, recordó.

Luego, Poretti se refirió a los vínculos existentes con la comunidad judía en Argentina y el resto del mundo, y mencionó como un ejemplo que días antes del 18 de julio de 1994, el Gran Rabino Shlomo Benhamú participó de una actividad de la comunidad en la cual les explicó las actividades que lleva a cabo la AMIA y los invitó a conocer y visitar el edificio, lo que no pudo concretarse como consecuencia del atentado.

Por su parte, el sobreviviente Hugo Fryszberg, quien trabajaba en el segundo piso del edificio de la AMIA y que el 18 de julio se encontraba en su lugar de trabajo, brindó su testimonio de cómo pudo salir de entre los escombros.

Además, contó que conocía a todo el personal y que debió concurrir a la morgue del Hospital de Clínicas, primero, y la Morgue Judicial, después, para identificar los cadáveres que eran encontrados. Al día siguiente del atentado, fue enviado a prestar servicios a la Cochería de la AMIA para hacerse cargo de las tareas específicas del sector.

 “Por ser el único sobreviviente del sector Sepelios de la AMIA, era protagonista de una película de ciencia ficción, un cuento increíble. Estaba vivo esperando que aparecieran mis amigos personales, para poder hacer los trámites fúnebres, velarlos, acompañarlos al cementerio y tratando de contener a las familias. Con esto quiero decir que morí, me velé, me enterré y resucité tantas veces como amigos tuve. Así fue hasta que el 31 de mayo de 1996, a 683 días de la bomba y luego de casi 14 años de trabajo, me echaron sin previo aviso. Fue la peor manera de cerrar mi vínculo con la AMIA. Ya fuera de AMIA, empecé a elaborar el duelo de las muertes, de los vacios y las ausencias. Fui otra persona, nunca volví a ser el mismo Hugo”, manifestó Fryszberg.

Asimismo,  realizó una crítica a los dirigentes comunitarios: “Ellos tienen un edificio reconstruido, nosotros un vacío imposible de llenar”.

También, mencionó algunas de las frustraciones ocurridas en los 20 años transcurridos, entre otras el Memorándum con Irán, las postergaciones en la investigación, los compromisos asumidos por el Estado Argentino, las declaraciones del ex embajador Avirán, que calificó de “imprudentes”.

 “Basta de mentiras y complicidades, necesitamos saber la verdad. La conexión local fue vital en la ejecución del atentado. Nuestra esperanza está puesta en el juicio oral por encubrimiento, que debería comenzar pronto, y ojalá no sea una nueva desilusión.”

También señaló: “Desde el año 2012 no podemos manifestarnos libremente en el acto central, en el 18º aniversario de la AMIA nos censuraron el discurso, el año pasado nos prohibieron la palabra y este año decidimos dar nuestro testimonio, acá, en Plaza de Mayo, símbolo de la Libertad, con ansias de que también lo sea de la Justicia. No somos militantes políticos, no negociamos nuestros muertos. Somos sobrevivientes, familiares y Amigos de las Víctimas del Atentado a la AMIA, que luchamos por Memoria, Verdad y Justicia”.

Por último, se dirigió a los presentes Olga Degtiar, madre de Cristian Adrián, quien expresó sus sentidas y emotivas palabras: “Todo es un antes y un después. En el antes, tiempo de ilusiones, de días eternos y noches serenas, tan claras como el día mismo. En el antes, ellos, dueños de sus ideales y de sus vidas. Pero un día llegó la obscuridad como nunca antes. En un segundo, un estallido de odio detuvo todos los instantes con su asesino explosivo de horror. Un día comenzó el después. En el después, la desolación de los primeros tiempos, la silla y los corazones vacíos, las imágenes congeladas en el tiempo. En el después, un nuevo mundo infinitamente gris. Este después, nosotros, reconstruyendo sus ideas y sus vidas de a poco. Descubriéndonos en esto que somos, 20 años después”.

En referencia al terrorismo, manifestó: “Porque no debemos olvidar, no debemos perdonar, no debemos dar al terrorismo la más mínima posibilidad de comprensión, justificación, ni consideración. No representan a nada ni a nadie. Porque terrorismo es sinónimo de bajeza y cobardía. El terrorismo es la expresión de lo peor del hombre y del desprecio ciego a la vida. Es el último escalafón de la degradación del ser humano. Hace tan sólo días hemos tenido que atravesar nuevamente el desgarro de ver como el odio indiscriminado se llevó la vida de tres adolescentes, Guilad, Eyal y Naftalí, que apenas salían a la vida. El mundo no debe mirar hacia otro lado mientras el terrorismo avanza oscuramente, devorando ilusiones de tantos inocentes”.

También, Degtiar sostuvo: “Tantas veces nos preguntamos hasta cuando tendríamos que esperar para que haya una justicia justa, que condene a los culpables y termine con este inmenso abanico de impunidad. Pueden pensar que estamos quebrados, partidos. A 20 años de la bomba que marcó un cráter en nuestras vidas, podemos afirmar que estamos quebrados por no tener a los nuestros. Estamos partidos de dolor. Pero nunca se va a quebrar nuestro espíritu de lucha. Nunca se va a partir nuestra voluntad ni nuestra esperanza. Porque estamos convencidos de que un país se construye con verdad y con justicia. Esto es lo que sentimos y deseamos: una sociedad, un país con debate plural pero no quebrado y partido. Una sociedad diversa, pero no intolerante”.

 “A 20 años, que la justicia, la memoria y la conciencia colectiva sean las mejores defensas para que nunca más volvamos a vivir el horror”, concluyó.

Una vez terminado el acto, en el que estuvieron presentes, entre otros, el vicepresidente 2º de la AMIA, Pablo Reisman; el secretario general de la entidad judía, Mario Sobol; y el rabino Alejandro Avruj, Degtiar dialogó con la Agencia Judía de Noticias (AJN): “Nos pasa lo mismo que todos los días, porque la verdad es que para nosotros el tiempo no pasó. Me siento en carne viva, como si hubiese sucedido ayer y la impotencia por tantas cosas que no podemos lograr: por no tenerlos, por encontrar justicia. Todavía no puedo cree que sobreviví la muerte de Cristian 20 años”.

Respecto a lo ocurrido este año, donde se organizaron cuatro actos conmemorativos, afirmó: “La grieta no la estamos haciendo nosotros. Durante 17 años compartimos con las instituciones todos los actos. Y con discusiones y diferencias llegábamos a un acuerdo. Después de un discurso que tocó a ciertos personajes intocables en la comunidad se nos censuró la palabra. Nosotros nos acercamos a la AMIA el año siguiente, tratando de lograr un acuerdo, que el acto central fuese de todos. Inclusive ofrecimos que hable otro familiar y la dirigencia es la que no lo permite. Los dirigentes cambian pero lo que está enquistado dentro de AMIA, no cambia. Está enquistado crear una división. Hay familiares que formaban parte de nuestra agrupación, que por diferencia se fueron y se unieron a AMIA simplemente por el micrófono”.

“Nosotros con Memoria Activa hacemos actos diferentes, pero tenemos más acuerdos que diferencias. En realidad acordamos un montón de ideas, pero no aceptamos las formas de Memoria Activa. Particularmente nuestro grupo no quiso hacer el acto a las 9.53, porque eso es crear una división. Yo estuve (en Pasteur) repartiendo revistas y luego de escuchar los nombres no quise escuchar más porque lo que dijo Sofía Guterman el año pasado a mí me costó mucho. Juan tuvo un ataque de presión, que lo atendió el SAME, porque una madre no puede decir que no se negocia con los muertos, como si nosotros lo negociáramos porque pensamos diferente. Somos diferentes, somos seres individuales.”

“Hoy (el vicepresidente a cargo de la presidencia de la AMIA) Tommy Saieg le dijo a un familiar que el año que viene ojalá estemos todos juntos y podamos decir discursos diferentes, con distintas opiniones, distintos criterios, con distintas formas, pero que todos los familiares tengan el mismo derecho. A mí me costó mucho este año, pero yo estuve 17 años sin poder hablar y dije: este año necesito hacerlo, la AMIA me censuró.”

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Sobreviviente de la Shoá: «No pensé que iba a tener que esconderme de nuevo con temor por mi vida en el kibutz que fundé»

Agencia AJN.- Jaim Raanan y Rut Haran, de Beeri, experimentaron dos veces las atrocidades más horrendas contra los judíos.

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Raanan Jaim

Agencia AJN.- Rut Haran, sobreviviente de la Shoá, del kibutz Beeri, apenas duerme por las noches. A veces sueña con ella misma corriendo sin aliento ni dirección, sin saber de quién huye ni por qué. Hace una semana algo cambió y por primera vez soñó con su hijo mayor, Avshalom, asesinado el 7 de octubre.

«Mi hijo me dijo que no está en el ataúd donde lo enterraron y todavía no puedo entender el sueño», se le quebró la voz. «Cuando me desperté, no comí ni bebí en todo el día. Los terroristas asesinaron a Avshalom y abusaron de su cuerpo. Lo extraño mucho. Lo extraño cuando pregunta: ‘Mamá, ¿qué está pasando?’. Su foto está frente a mí y hablo con él todo el tiempo.»

Como ella, otro miembro del kibutz que sobrevivió a la Shoá, Jaim Raanan, experimentó el 7 de octubre a los 89 años. «D’s mío», dice, «no pensé que, como sobreviviente de la Shoá, tendría que volver a esconderme con temor por mi vida en el kibutz que fundé. La masacre acabó con alrededor del diez por ciento de los 1.000 residentes del kibutz. Más de 100 residentes fueron asesinados o secuestrados y llevados a la Franja de Gaza ese día. Desde mi punto de vista personal, hubo una gran diferencia entre el Shabat Negro y la Shoá: durante la Shoá no conocí personalmente a los seis millones que perecieron, pero en la masacre del kibutz Beeri conocía a casi todas las personas que fueron asesinadas ese día.»

Las vidas de Rut y Jaim están entrelazadas con tragedias. Son dos de los aproximadamente 865 israelíes del sur del país que vivieron de primera mano, dos veces, las atrocidades más horrendas contra los judíos. Según datos del Ministerio de Bienestar Social, unos 2.000 sobrevivientes de la Shoá de todo el país fueron evacuados de sus hogares a causa del Shabat Negro.

Rut, que sobrevivió a las atrocidades de los nazis en Rumania, emigró a Israel con el objetivo de poblarlo y se instaló en el sur del país. En ningún momento imaginó que a los 88 años, mientras vivía en la Tierra Prometida, se enfrentaría a una masacre espantosa. Los terroristas de Hamás no solo asesinaron a Avshalom, sino que también secuestraron a siete miembros de su familia, entre ellos su hija, nuera, nietas y bisnietas.

Hace tres meses, en el Día Internacional de la Shoá, Rut encabezó la campaña del Sistema de Información Internacional. Frente al edificio de las Naciones Unidas y en Times Square, de Nueva York, se colgaron enormes carteles con su rostro lleno de dolor, bajo la palabra «survivor», sobreviviente. Habló en un escalofriante video de la horrible similitud entre las acciones de los nazis y los terroristas de Hamas «en el momento que asesinan a bebés en sus camas, en el momento que violan a mujeres tras arrojarlas al césped y luego las asesinan brutal y diabólicamente asesinadas, sin haber cometido ningún delito».

«Siempre me preguntan qué conecta la Shoá de los nazis y el desastre del 7 de octubre y respondo que en ambos casos hubo un exterminio deliberado, sistemático, malvado y absolutamente satánico. La Shoá es la mancha más oscura en la historia del siglo XX. Un trauma para toda la humanidad, que provocó una devaluación del ser humano».

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Un pacto entre Israel y Hezbollah requiere primero un acuerdo sobre los rehenes en Gaza

Agencia AJN.- El eventual entendimiento haría que el grupo terrorista se retire de la frontera norte del Estado judío y les permita regresar a sus hogares a los civiles que han sido evacuados desde octubre.

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Bombardeo Hezbollah 2

Agencia AJN.- El Canal 12 de la televisión israelí informó que Israel y Hezbollah están cerca de llegar a un acuerdo que haría que el grupo terrorista se retire de la frontera norte de Israel y les permita a los civiles israelíes regresar a sus hogares en las comunidades del Norte que han sido evacuadas desde octubre.

El acuerdo que está sobre la mesa ha sido negociado por Estados Unidos y es similar a la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah y estipuló que el grupo terrorista debía retirarse de la frontera con Israel al norte del río Litani. Hezbollah ha violado una y otra vez esos términos a lo largo de los años.

El acuerdo negociado por el enviado estadounidense Amos Hochstein requeriría primero un acuerdo entre Israel y la organización terrorista palestina Hamas sobre los rehenes del primero en la Franja de Gaza, dijo el Canal 12.

Este citó a funcionarios israelíes que dijeron que el acuerdo con Estados Unidos es el único juego disponible y que los esfuerzos de Francia para negociar su propio acuerdo son perjudiciales y están motivados por el esfuerzo de París por demostrar relevancia diplomática.

Más temprano, aviones de combate de la Fuerza Aérea israelí atacaron posiciones de la organización terrorista Hezbollah en cuatro áreas diferentes del sur del Líbano, dijo el Ejército.

Los objetivos incluyeron edificios utilizados por el grupo terrorista en las zonas de Kafr Kila y Maroun al-Ras, junto con infraestructura adicional en Bint Jbeil y Aitaroun, según las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

Asimismo, las FDI confirmaron ayer, jueves, que aviones de combate de la Fuerza Aérea israelí atacaron a varios terroristas de Hezbollah que fueron vistos entrando en edificios utilizados por el grupo terrorista en Ayta ash-Shab, al sur del Líbano.

Anteriormente se habían lanzado cuatro cohetes desde esos edificios contra la zona del monte Dov, al norte de Israel.

Las FDI señalaron que tres de los proyectiles fueron interceptados por el sistema de defensa Cúpula de Hierro, mientras que el cuarto impactó en una zona abierta.

No se produjeron heridos ni daños materiales, confirmaron las FDI, que bombardearon el lugar del lanzamiento con artillería.

El martes, el portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel comunicó que aviones de la Fuerza Aérea atacaron infraestructuras militares de Hezbollah en el sur del Líbano, en algunas de ellas se alojaban miembros de la organización terrorista.

Además, tropas de las FDI atacaron varias zonas en el Líbano para eliminar la amenaza.

Anteriormente se habían identificado varios lanzamientos desde El Líbano hacia la zona de Metula.

La organización Hezbollah disparó misiles antitanques contra viviendas en la ciudad de Metula, al norte de Israel. No se informó de víctimas, pero sí de daños materiales.

Esa fue la tercera vez en 24 horas que Hezbollah disparó misiles antitanques contra Metula.

Desde el 8 de octubre -un día después de la masacre devastadora de Hamás-, Hezbollah viene intercambiando disparos con el ejército israelí en apoyo del grupo terrorista que controla la Franja de Gaza.

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