Agencia AJN.- Tres residentes árabes de Acre de 14 y 16 años de edad fueron arrestados el martes durante la festividad de Rosh Hashaná por dañar una sinagoga y atacar a un feligrés, anunció la policía de Israel.

El arresto se produjo cuando el malestar ha estado creciendo en todo el país después del escape de seis prisioneros de la prisión de Gilboa el lunes.

Acre fue testigo de algunos de los peores disturbios durante la operación Guardian de las Murallas en mayo.

En tanto, un tiroteo en el campo de «refugiados» de Shuafat en Jerusalem el jueves por la mañana dejó a una persona muerta y una segunda gravemente herida, informó la policía de Israel.

El nombre del hombre que fue asesinado es Muhammad Nader Al-Adwin y una tercera persona resultó levemente herida, informaron fuentes palestinas.

Las tres personas heridas eran hombres de alrededor de 18 años. El informe inicial llegó a las 6 hs.

Dado que Shuafat está detrás de la valla de separación, los médicos de la MDA recibieron un automóvil que transportaba a los hombres heridos en la barrera de las FDI.

Uno estaba sin vida y el otro fue evacuado al Centro Médico de la Universidad Hadassah en el Monte Scopus de Jerusalem en estado grave e inestable.

El incidente está siendo investigado.

Israel dijo el mes pasado que arrestó a más de 40 presuntos delincuentes en una ola de redadas policiales en todo el país que marcaron el lanzamiento de un nuevo plan para combatir el crimen en las comunidades árabes.

La minoría árabe de Israel ha pedido una mejora en la aplicación de la ley, ya que se ha enfrentado a una ola de delitos violentos en los últimos años. Los activistas árabes acusan a las autoridades israelíes de ignorar la violencia que no tiene como objetivo a los judíos, mientras que la policía culpa a la falta de cooperación de los líderes comunitarios.

Unos 57 árabes israelíes han muerto en homicidios desde principios de 2021. En 2020, 96 árabes israelíes fueron asesinados, con mucho el número anual más alto de los últimos tiempos.

Mejorar la aplicación de la ley fue una demanda clave de Ra’am, que se convirtió en el primer partido árabe en formar parte de una coalición gobernante cuando el nuevo gobierno asumió el cargo en junio.

En una operación iniciada por la mañana, unos 1.000 policías allanaron más de 280 objetivos en todo el país, arrestaron a 41 sospechosos e incautaron cientos de miles de dólares relacionados con el tráfico de armas, dijo la policía.

El primer ministro Naftali Bennett dijo que las redadas son parte de un nuevo plan para combatir el crimen en las comunidades árabes aprobado en julio, que incluye una nueva rama dedicada a la tarea.

«Mi gobierno está decidido a tomar medidas y librar una lucha incesante, constante y persistente, con toda su fuerza, contra el crimen y la violencia en el sector árabe», dijo Bennett en un comunicado.

El plan exige acelerar el enjuiciamiento de los presuntos delincuentes, disolver el crimen organizado y mejorar la cooperación con los líderes comunitarios. La policía israelí agregará unos 1.100 efectivos a sus filas. También se establecerán dos nuevas comisarías, una de las cuales estará en el pueblo pesquero árabe de Jisr al-Zarka, en el centro de Israel.

Según un borrador del plan nacional, se presupuestarán 2.400 millones de NIS durante cinco años.

«En la última década, los gobiernos anteriores de Israel presentaron planes elevados más de una vez, pero hemos llegado a actuar», dijo el ministro de Seguridad Pública, Omar Barlev.

La minoría árabe de Israel constituye alrededor del 20% de la población. Tienen ciudadanía, incluido el derecho al voto.