Agencia AJN.- El ministro de Justicia israelí, Gideon Sa’ar, habló el jueves con el presidente de la Asociación Médica de Israel (IMA), el profesor Zion Hagai, después de que la IMA pusiera en marcha una huelga de 24 horas el jueves por la mañana. La huelga se llevó a cabo en respuesta a los incidentes violentos ocurridos en el Centro Médico Universitario Hadassah, en el Monte Scopus de Jerusalem, y en el Centro Médico Galilea, en Nahariyah.

Mientras dure la huelga, los hospitales públicos de todo Israel funcionarán en «modo Shabat» (día del descanso), lo que significa que no realizarán cirugías electivas no urgentes ni atenderán consultas externas.

Además de los hospitales, las cuatro obras sociales del país (Clalit Health Services, Maccabi Healthcare Services, Meuhedet Health Maintenance Organization y Leumit Health Care Services) también participarán en la huelga, cerrando sus clínicas comunitarias a excepción de los casos urgentes.

Un comunicado emitido por Maccabi Healthcare Services condenó la violencia a la que se enfrentó el personal médico en los últimos días y subrayó que tienen «tolerancia cero con la violencia de cualquier tipo».

También informaron de que están participando en varios proyectos en cooperación con el Ministerio de Salud y el Ministerio de Seguridad Pública para aumentar la seguridad en sus clínicas médicas, y añadieron que el personal médico de Maccabi será libre de participar en la huelga durante el tiempo que sea necesario.

«Maccabi seguirá apoyando a todos sus equipos médicos que trabajan día y noche por la salud del público», concluyeron.

Entre las reivindicaciones planteadas por la IMA de cara a la huelga figuran la presencia policial en las salas de urgencias, el aumento y la mejora de los sistemas de seguridad en los hospitales y las clínicas médicas, y la modificación de la legislación para que agredir a un miembro del personal médico tenga el mismo tratamiento que agredir a un policía uniformado.

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La huelga se llevó a cabo tras dos incidentes violentos en los hospitales a principios de la semana, con la detención de un hombre de unos 20 años en el Centro Médico Universitario Hadassah por atacar al personal y destruir la propiedad del hospital el lunes, y el intento de los familiares de una víctima de un accidente de moto fallecida de entrar en el centro de traumatología del Centro Médico Galilea el miércoles por la noche.

«La hemorragia de los médicos no será ignorada», dijo el presidente de la IMA, el profesor Zion Hagai. «Y mientras el gobierno no tome medidas inmediatas, no dudaremos en intensificar nuestras medidas».

El jueves por la tarde (hora israelí), Hagai informó de que había hablado con el ministro de Justicia, Sa’ar, sobre el establecimiento de una línea de acción para combatir la ola de violencia contra el personal médico.

«No hay duda de que la respuesta más eficaz a la epidemia de violencia requiere un conjunto de medidas que incluyan un cambio significativo en el enfoque de la aplicación de la ley y el castigo, incluyendo cambios legislativos», dijo Hagai tras la reunión.

En una declaración sobre el tema, Sa’ar dijo que su oficina examinará diversas medidas para aumentar el castigo contra quienes actúan con violencia hacia el personal médico, centrándose en las demandas específicas planteadas por la IMA.

Sin embargo, incluso cuando la huelga ya estaba en marcha, la violencia contra el personal médico continuó. Un informe de la Policía de Israel del jueves por la mañana indicaba que un hombre de unos 50 años había sido detenido tras amenazar a un miembro del personal médico en la sala de cirugía del Centro Médico Universitario Soroka de Beersheba.

Además de la huelga propiamente dicha, el personal médico organizó concentraciones y protestas frente a los edificios de los hospitales durante todo el día del jueves, incluidos el Centro Médico Shaare Zedek de Jerusalem, el Hospital Samson Assuta de Ashdod y el Hospital Bnai Zion de Haifa.

El director general de Assuta Ashdod, el Dr. Erez Barenboim, emitió una declaración en la que afirmaba que «la violencia contra el personal médico se convirtió en un hecho rutinario» y extendía su apoyo a la huelga y la protesta.

«Es inconcebible que quienes trabajan día y noche para los pacientes aprendan también a defenderse», añadió.

Junto a los manifestantes frente al Centro Médico Universitario Hadassah, en el Monte Scopus, estaba el propio presidente de la IMA, que pidió al primer ministro Naftali Bennett que aplique inmediatamente medidas operativas para evitar más violencia contra el personal médico, afirmando que los hospitales sufrieron «un tsunami de violencia» en los últimos días.

«No abandonaremos la lucha hasta que se restablezca la seguridad personal del personal médico», agregó Hagai.