Agencia AJN.- La amenaza del presidente estadounidense, Joe Biden, de que se congelarán algunos envíos de armas si Israel lanza una ofensiva planificada en Rafah fue recibida con una rápida denuncia por parte de figuras del gobierno en Jerusalem, quienes indicaron que los militares seguirían adelante de todos modos.

Los comentarios de Biden también provocaron duras críticas contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, por parte del líder de la oposición, Yair Lapid, respecto a su “gestión fallida” de los vínculos con Washington.

En Estados Unidos, algunos grupos judíos estadounidenses y legisladores estadounidenses se pronunciaron en contra de la medida y otros indicaron que era poco probable que fuera más allá de las palabras. El expresidente Donald Trump acusó a Biden de ponerse del lado de los terroristas.

En una aparente reacción inicial del gobierno israelí, el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, escribió en X que “Israel seguirá luchando contra Hamás hasta su destrucción”.

“No hay guerra más justa que ésta”, añadió, sin hacer referencia directa a los comentarios de Biden.

En Nueva York, el embajador ante la ONU, Gilad Erdan, calificó los comentarios de Biden de “difíciles y muy decepcionantes” y expresó su preocupación de que los enemigos de Israel, Irán, Hamás y Hezbollah, los interpretaran como “algo que les da esperanzas de tener éxito”.

En CNN el miércoles por la noche, Biden anunció que su administración dejaría de proporcionar a Israel armas ofensivas si lanza una invasión terrestre en zonas pobladas de la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, como parte de su campaña para derrocar al grupo terrorista Hamás.

“Le he dejado claro a Bibi (Netanyahu) y al gabinete de guerra: no obtendrán nuestro apoyo si entran en estos centros de población”, dijo Biden.

La entrevista marcó los comentarios públicos más duros de Biden hasta el momento sobre el asunto, y se produjo poco después de su decisión de suspender una transferencia de bombas de 2.000 y 500 libras por temor a que las FDI pudieran usarlas en Rafah.

Agencia AJN.- Unos 600.000 niños hacinados en la ciudad de Rafah, en Gaza, se enfrentan a una «nueva catástrofe», advierte UNICEF, que insta a no forzar su traslado después de que Israel ordenara una evacuación antes de su invasión terrestre, amenazada desde hace tiempo.

«Dada la elevada concentración de niños en Rafah… UNICEF advierte de una nueva catástrofe para los niños, ya que las operaciones militares causan un gran número de víctimas civiles y destruyen totalmente los pocos servicios básicos e infraestructuras que necesitan para sobrevivir», afirma la agencia de Naciones Unidas para la infancia en un comunicado.

Afirma que los jóvenes de Gaza ya están «al borde de la supervivencia», y que muchos de ellos en Rafah -donde, según la agencia, la población se ha disparado a 1,2 millones de personas, la mitad de ellos niños- ya se han desplazado varias veces y no tienen adónde ir.

Israel ha ordenado a los civiles que evacúen hacia el oeste, a la zona de Mawasi, y en sus mensajes a la población ha proporcionado un mapa con la ubicación.