Las Mujeres del Muro vivieron hoy un sensación de euforia cuando dos cadenas humanas de policías abrieron camino a la izquierda y a la derecha, y rodeadas de un mar de hombres y mujeres ultraortodoxos caminaron envueltas en chales de oración, cantando Ozi v’Zimrat Yah Vayahi li lishuah, una canción que marca el Rosh Jodesh Sivan (primer día del nuevo mes de Sivan).

La satisfacción de este grupo de mujeres no disminuyó incluso cuando, más allá de la cadena de agentes de policía, las personas gritaban consignas como "vuelvan a Alemania" y otras aún más groseras.

Minutos después, algunas piedras se estrellaban contra el  micro que las transportaba. De esta manera se coronó un hecho histórico en la vida del judaísmo, cuya página siguiente se escribirá el próximo mes cuando las Mujeres del Muro volverán a cumplir con su ceremonia mensual.

Más allá de los incidentes ocurridos hoy cuando los ortodoxos expresaron su malestar por la presencia de este grupo de mujeres, las líderes haredi y el rabino del Muro Occidental, Shmuel Rabinowitz, mostraron su poderío y se convirtieron en un impedimento para la próxima vez.

El  ministro de Asuntos Religiosos Naftali Benett, el Procurador General Yehuda Weinstein y el Ministerio de Justicia seguramente no pasarán por alto este mensaje cuando se sienten a formular las nuevas regulaciones para los lugares santos.

Lo cierto es que la situación es insostenible y los encargados de resolver la controversia, según opinó el diario Haaretz, están decididos a decir que la sentencia de Tribunal de Distrito de Jerusalem, dictada por e juez Moshe Sobel, que permitió la oración de las mujeres en la plaza, no se puede tolerar.

Para las Mujeres del Muro, 1 de Sivan, 5773 es un día de fiesta, un día en el que se les concedió legitimidad histórica.

Por primera vez desde la creación del grupo hace 24 años, se les permitió orar como deseaban, con chales de oración, con tefilín, con la canción y todo en la plaza principal del lugar sagrado.

No obstante, esta no es la primera vez que el grupo oró como lo desea, pero en el pasado la policía había preferido hacer la vista gorda a la acción considerada ilegal por el fiscal general, como cuando una mujer se envolvió en un manto de oración (según una sentencia del Tribunal Supremo de 2003).

El juez Sobel tenía una interpretación diferente, y por lo tanto no sólo la policía no detuvo a las mujeres (lo que suele ocurrir después de la oración) sino que además las protegidos desde el momento de entrar en la plaza principal hasta finalizar la ceremonia.

Frente a un remanente del templo, frente a decenas de cámaras y micrófonos de Israel y el mundo, las Mujeres del Muro se convirtieron en una corriente legítima del judaísmo.

Según Anat Hoffman, líder de las Mujeres del Muro, indicó que si Bennett y Lapid tratan de girar el volante -si deciden que el uso de mantos de oración en la plaza principal es un delito grave- eso significaría "un terremoto" en el mundo judío.

El comienzo del mes de Sivan también es significativo para el público haredi. Al menos 6.000 jóvenes seminaristas llenaron la plaza por orden de los rabinos.

El rabino Aron Leib Steinman, el líder de Lituania que había sido muy cuidadoso en los conflictos públicos decidió involucrar a las niñas y las mujeres exactamente en esa lucha.

Estas mujeres obedecieron sus instrucciones y conformaron una oración silenciosa en signo de protesta.

Pero frente a ellas, en el otro lado de la plaza, al menos 2.000 hombres ortodoxos protestaron contra las Mujeres del Muro. Algunos las maldijeron, otros arrojaron basura, sillas, vasos de papel y botellas de plástico.

En comparación con los enfrentamientos entre los haredim y Mujeres del Muro en los años ‘80, lo que ocurrió hoy viernes fue relativamente moderado.

Hoy en día, la policía ya no puede tratar a las Mujeres del Muro como un grupo de mujeres excéntricas con kippot. La policía controla las llamas hasta que la ceremonia termina y es en ese momento en que se perdió el control.

En tanto, el plan del presidente de la Agencia Judía, Natan Sharansky, de construir una tercera sección de la oración se considera una solución a largo plazo.

GB