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El mayor grupo opositor del parlamento de Egipto se retiró de las charlas sobre una reforma gubernamental hoy y dijo que la administración del presidente Hosni Mubarak no había respondido al “nivel mínimo de las demandas populares”.

El partido Tagammu fue el primer bloque político en anunciar su retirada del diálogo con el vicepresidente Omar Suleiman que comenzó el domingo para intentar aliviar el descontento de los manifestantes.

Los demonstradores han rechazado el diálogo ya que dicen que es irrelevante a sus demandas de que Mubarak termine con sus 30 años de poder ahora, como primer paso hacia una reforma política profunda.

El grupo islamista prohibido Hermanos Musulmanes, la organización más influyente y organizada de la oposición, dijo ayer que las charlas deben tocar temas que provocaron las protestas, que comenzaron hace más de dos semanas.

Hasta ahora, hubo solo una sesión de diálogo y no se estableció ninguna fecha para otra. Los partidos opositores legales, como Tagammu y Wafd, tomaron parte junto con figuras independientes, como el magnate empresarial Naguib Sawiris.

Taggamu explicó su decisión en una declaración y criticó el manejo del diálogo por parte del gobierno, diciendo que los anuncios oficiales sobre lo que se había arreglado no eran precisos.

“Las declaraciones inaceptables” de los funcionarios han puesto a los participantes “en confrontación con la revolución popular”, agregó.

Luego de su primera sesión, algunos de los partidos opositores dijeron que la atmósfera había sido positiva, a pesar de que la administración no había hecho concesiones que satisficieran a los manifestantes.

Los dos grupos opositores dijeron que los participantes no habían firmado una declaración dada a conocer después del encuentro, el cual dijeron que habían aceptado en medidas que incluyen el establecimiento de un comité para estudiar la reforma constitucional.

Mubarak, en una declaración leída por Suleiman el martes, le dio la bienvenida a lo que llamó “el diálogo nacional”.

La figura de la oposición Mohamed ElBaradei, quien no estuvo invitado, había dicho que las charlas no eran creíbles y que estaban siendo llevadas por la misma gente que había controlado a Egipto por las últimas tres décadas.

 

JC