Agencia AJN.- Un poderoso terremoto sacudió la frontera entre Irán e Irak anoche, matando a 300 personas y dejando heridas a alrededor de 6 mil en la región montañosa de Irán, según anunciaron los medios estatales iraníes.

El terremoto de magnitud 7,3 se centró a 31 kilómetros fuera de la ciudad iraquí oriental de Halabja, de acuerdo con las mediciones más recientes del Servicio Geológico de los EEUU, y golpeó a una profundidad de 23,2 kilómetros. Los terremotos de magnitud 7 por sí solos son capaces de causar daños generalizados y graves.

El temblor llegó a sentirse en Tel Aviv y otras áreas de Israel, donde los residentes de gran altura filmaron lámparas oscilantes, pero no se reportaron daños ni heridos.

El gobierno de Bagdad no informó inmediatamente sobre las bajas en ese país, aunque el primer ministro Haider al-Abadi emitió una directiva para los equipos de defensa civil del país y las «instituciones relacionadas» para responder al desastre natural. Le siguieron unas 50 réplicas.

El peor daño parecía ser en la provincia occidental de Kermanshah de Irán, que se encuentra en las montañas Zagros que dividen a Irán e Irak. Los residentes en el área rural dependen principalmente de la agricultura para ganarse la vida.

Las redes sociales iraníes y las agencias de noticias mostraron imágenes y videos de personas que huían de sus hogares en la noche. La televisión estatal iraní informó el aumento en las bajas a primera hora del lunes y expresó que el trabajo de rescate continuaría durante la noche y se aceleraría durante el día.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, ofreció sus condolencias hoy por la mañana e instó a los rescatistas y a todas las agencias gubernamentales a hacer todo lo posible para ayudar a los afectados, informaron medios estatales.

La agencia semioficial de noticias ILNA señaló que al menos 14 provincias en Irán se habían visto afectadas por el terremoto. Las autoridades anunciaron que las escuelas en las provincias de Kermanshah e Ilam cerrarían el lunes debido al temblor.

Los medios iraquíes informaron que seis personas murieron y docenas resultaron heridas en la provincia nororiental de Iraq, la más cercana al epicentro del terremoto. En Sulaimaniyah, los residentes salieron corriendo a las calles y se informó de algunos daños a la propiedad, según un reportero de la AFP.

El terremoto se sintió en todo Irak, sacudiendo edificios y casas desde Irbil hasta Bagdad y hasta el oeste de la provincia de Anbar.

El primer ministro buscó tranquilizar a los civiles iraquíes sobre su seguridad luego del terremoto. Al-Abadi manifestó que estaba siguiendo el asunto y emitió una directiva para los equipos de defensa civil del país y las «instituciones relacionadas» para responder al desastre natural, según un comunicado emitido por su oficina el domingo por la noche.

Al-Abadi agregó en su declaración escrita: «Dios salve a Iraq y al pueblo iraquí».