Agencia AJN.- Hace tiempo que Israel inició relaciones comerciales con un socio tan compatible y necesario como los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Parece que ambos países comparten una mentalidad similar sobre la necesidad de la innovación, la investigación y la ciencia y la tecnología como pilares de una economía basada en el conocimiento, altamente productiva y competitiva. Ambos países se centran en un enfoque impulsado por los empresarios en un entorno favorable a los negocios en el que los sectores público y privado forman asociaciones eficaces.

No es frecuente encontrar un país dispuesto a destinar recursos públicos y marcos normativos con visión de futuro a promover la innovación de alto riesgo para el crecimiento inclusivo y la diversificación, fomentando en última instancia su talento local, a pesar del riesgo y de las grandes posibilidades de fracaso, para perseguir la I+D aplicada, el espíritu empresarial y la innovación.

Israel, que está acostumbrado a buscar socios y mercados en los Estados Unidos, se ha dotado de un nuevo campo de juego, y deberá ser lo suficientemente inteligente como para jugar fuerte allí. Los EAU no son un mercado dispuesto a comprometerse por menos que un avance o una vanguardia; quieren las tecnologías más avanzadas del mundo y entienden que esto tiene un costo.

Las soluciones que mejoren la calidad de vida y la innovación con un impacto global positivo son fundamentales, pero también lo son las tecnologías que sostienen la posición del reino árabe como líder mundial financiero y empresarial. Esto significa que Israel tiene un nuevo socio para redefinir y rediseñar el futuro a través de la tecnología y la innovación, y este socio abre todo un nuevo mercado sin explotar en Medio Oriente, el Norte de África y los países del Golfo.

Si bien ambos países tienen algunas debilidades en el espacio de la innovación tecnológica, sus fortalezas complementan a cada uno y subsumen el potencial para crear una asociación tecnológica por demás potente. Analizando el Índice de Innovación Global (GII), podemos ver que los Emiratos Árabes Unidos ocupan sistemáticamente un lugar más alto que Israel en sus instituciones, su entorno político y reglamentario y su infraestructura. Sin embargo, mientras que Israel ocupa sistemáticamente los primeros puestos mundiales en determinadas facetas de la innovación del GII, como la CV, la I+D, la iniciativa empresarial o la producción de alta tecnología, los EAU ocupan sistemáticamente un lugar bajo en cuanto a conocimientos y resultados tecnológicos.

Tanto Israel como los EAU están invirtiendo fuertemente en la promoción de la innovación tecnológica. Mediante el intercambio de conocimientos y de prácticas óptimas y la creación de marcos fáciles de utilizar y parcialmente subvencionados -que permiten realizar en los Emiratos Árabes Unidos proyectos piloto de bajo riesgo y alta rentabilidad de nuevas tecnologías- ambos países pueden alcanzar su pleno potencial y convertirse en una importante fuente de soluciones tecnológicas innovadoras y listas para el mercado para la región de Medio Oriente y el Norte de África y el Consejo de Cooperación del Golfo.

Esto es exactamente lo que la Autoridad de la Innovación de Israel se esfuerza por lograr cuando se asocia con entidades paralelas en los EAU, tanto a nivel federal como estatal, como el Ministerio de Industria y Tecnologías Avanzadas y la Oficina de Inversiones de Abu Dabi, además de los socios de innovación sobre el terreno, como la Fundación del Futuro de Dubai. Creemos que la clave es catalizar el diálogo entre todos los asociados del ecosistema y alentar al sector privado de ambos países a participar en el desarrollo y la aplicación de nuevas tecnologías.

Comprendiendo que el comienzo puede ser accidentado y que es necesario ganarse la confianza, ambos gobiernos están haciendo un esfuerzo para mitigar los riesgos y ayudar a ambas partes a dar el primer paso. Entre las herramientas ofrecidas se encuentra la asistencia para definir las necesidades de las empresas con sede en los Emiratos Árabes Unidos con los principales expertos en tecnología en Israel, la búsqueda de soluciones tecnológicas, la introducción a los socios locales en ambos países, la asistencia en la aplicación de los planes de financiación existentes en virtud de los diversos memorandos de entendimiento promovidos entre los dos países para la investigación, el desarrollo, la experimentación y más.

Tal vez al final del proceso, junto con asociaciones comerciales exitosas y soluciones de nueva tecnología, Israel y los Emiratos Árabes Unidos intensificarán su capacidad. Israel afinará sus instituciones y reglamentos, mientras que los Emiratos Árabes Unidos alentarán a su sector privado a incorporar el atrevimiento inmerso en el ADN israelí en su cartera de innovación.

Artículo original publicado por la Autoridad de Innovación de Israel.