Agencia AJN.- La Knesset (el parlamento israelí) aprobó en la madrugada del jueves el primer presupuesto de Israel en más de tres años, una serie de proyectos de ley destinados a orientar el gasto hasta finales de 2022.

Los legisladores votaron 61-59, según las líneas de la coalición-oposición, para aprobar el presupuesto estatal de 2021 en lecturas finales justo después de las 5 de la mañana del jueves, tras una sesión que duró toda la noche.

El primer ministro Naftali Bennett dijo que la aprobación inicial del presupuesto era un «día de celebración para el Estado de Israel».

El plan de gastos de 609.000 millones de NIS (194.000 millones de dólares) para 2021 es el primer presupuesto que Israel aprueba desde 2018, debido a un prolongado bloqueo político que vio caer a los sucesivos gobiernos antes de poder llevar una propuesta a la Knesset. El plan de gastos para 2022 asciende a 562.900 millones de NIS (180.000 millones de dólares).

El presupuesto global marca una importante reorientación de la asignación de recursos y las prioridades financieras de Israel en los próximos años y se basa en principios clave como la racionalización de las operaciones gubernamentales, la mejora de los servicios públicos, el impulso de la competitividad económica, la reducción de las regulaciones para apoyar el crecimiento en los sectores privado y público, la limitación de la «economía no observada» de Israel, o economía sumergida, el impulso de las infraestructuras de transporte, vivienda, energía y tecnología, y la inversión en capital humano mediante la formación y la integración de las poblaciones marginadas en la fuerza de trabajo.

Incluye amplias reformas del establecimiento del kashrut y de la industria agrícola, cambios considerables en las políticas y procesos de importación, importantes reformas bancarias, fuertes impuestos sobre los artículos de plástico desechables que ya se han aplicado, y casi 10.000 millones de dólares de financiación en cinco años para mejorar las condiciones socioeconómicas de la minoría árabe de Israel.
El presupuesto también incluye un amplio programa para impulsar las tecnologías basadas en la inteligencia artificial, un plan de vivienda para hacer frente al aumento de los precios y el permiso para que los promotores inmobiliarios comerciales conviertan espacios de oficina en unidades residenciales.

El ministro de Finanzas, Avigdor Liberman, había calificado el presupuesto como el «más social de la historia del país», a finales de agosto, antes de presentar la propuesta, que también incluía el proyecto de ley de arreglos, para determinar cómo se aplicará la asignación de fondos.

Estos son algunos de los elementos económicos y sociales clave del programa:

1. Reducción del coste de la vida mediante la facilitación de las importaciones al aceptar las normas internacionales de productos de EE.UU. y la UE, sin necesidad de una certificación adicional a nivel local, y al permitir que varias partes importen productos en paralelo. En la actualidad, casi todas las importaciones que llegan al país requieren una aprobación reglamentaria nacional.
Con ello se pretende aumentar la competencia de los productos -electrónicos, alimentos, cosméticos, juguetes, etc.- en el mercado y reducir los precios para los consumidores.

2. Reformar el sector agrícola para permitir la importación de productos, incluidos los huevos y los productos lácteos, del extranjero. La medida pretende aumentar la competitividad y poner a disposición de los consumidores israelíes una gama más amplia de productos.

El plan también incluye un generoso paquete de subvenciones gubernamentales para la mejora de las explotaciones e infraestructuras, así como nuevas exenciones fiscales para fomentar la inversión comercial en el sector agrícola.

En otra reforma se eliminarán las restricciones a la exportación de cannabis medicinal y se permitirá el crecimiento de la industria legal de la marihuana en el país.

3. La flexibilización de las regulaciones para las pequeñas y medianas empresas en procesos como la concesión de licencias, la solicitud de financiación gubernamental, el pago de impuestos y el acceso a la inversión extranjera.
La medida pretende eliminar las barreras al capital, agilizar los obstáculos burocráticos y crear un entorno más propicio para las nuevas empresas como motor del crecimiento económico.

Israel ocupa actualmente el puesto 35 del mundo en el informe anual Doing Business del Banco Mundial, que analiza la normativa empresarial para las empresas locales en 190 economías. Las medidas incluyen la facilidad para registrar la propiedad, obtener créditos, pagar impuestos, comerciar a través de las fronteras y hacer cumplir los contratos.

4. Aumentar la edad de jubilación de las mujeres hasta los 65 años en el transcurso de 11 años, a un ritmo de cuatro meses al año durante tres años, y tres meses al año durante otros ocho años, para aumentar la tasa de empleo de las mujeres mayores, disminuir la brecha salarial de género y estabilizar los fondos del Instituto Nacional de Seguros.

En la actualidad, Israel tiene una de las edades de jubilación más bajas del mundo para las mujeres, lo que hace más difícil que las mujeres mayores encuentren empleo si deciden trabajar y da lugar a un aumento drástico de los pagos de las prestaciones para la tercera edad.

5. Limitar la «economía sumergida», un subconjunto de transacciones financieras que se producen lejos de los ojos del gobierno, o más concretamente, de la Autoridad Fiscal, mediante la introducción de medios tecnológicos.

El Ministerio de Hacienda dijo que planea limitar el tamaño de dicha actividad mediante la digitalización y la automatización del proceso a través del cual se archiva y maneja la información financiera, y mediante la implementación de un modelo preventivo que dice que permitirá la identificación de facturas y transacciones y su aprobación en tiempo real utilizando la inteligencia artificial. El Ministerio también dijo que aumentará la aplicación y la disuasión mediante la realización de auditorías fiscales periódicas basadas en la inteligencia tecnológica.

Según un estudio reciente del Centro Taub de Estudios de Política Social de Israel, el tamaño de la economía no observada en Israel disminuyó del 14% en 1996 al 10% en 2018. Un estudio de 2015 de la OCDE había situado el tamaño de la economía sumergida de Israel en el 19%, en la mitad inferior de los países de la OCDE clasificados de mejor a peor.

6. Aplicar reformas de banca abierta que pretenden inyectar competencia en el sector financiero de Israel permitiendo que las entidades no bancarias ofrezcan servicios a precios competitivos, reduciendo así los costes para los consumidores, y suavizando las estrictas regulaciones de las instituciones financieras.

Esto ayudará a reforzar la posición de los clientes frente a las entidades financieras, promoverá la entrada en el mercado de entidades financieras de tecnología avanzada (empresas Fintech), aumentará la competencia en el sistema bancario y reducirá los gastos de los hogares y las pequeñas empresas en el sistema bancario.

El sistema bancario de Israel está muy concentrado, con dos bancos principales, Leumi y Hapoalim, que dominan el sector.

7. Aumentar el presupuesto educativo para los alumnos que pueden recibir servicios de educación especial, mejorar la accesibilidad de los alumnos con necesidades especiales e integrarlos en las clases de educación ordinaria.

El Ministerio de Educación planea reducir las brechas educativas y sociales que surgieron a raíz de la crisis sanitaria del COVID-19 centrándose en los estudios de idiomas, introduciendo el inglés como lengua hablada desde el jardín de infancia y desarrollando vías centradas en la tecnología avanzada desde los primeros cursos para preparar a los alumnos para el mercado laboral del siglo XXI.

El Ministerio también tiene previsto avanzar en un programa destinado a aumentar la autonomía de los directores de los colegios para una toma de decisiones más ágil, y a supervisar y vigilar las guarderías para niños de hasta tres años, que hasta hace poco estaban excluidas de la normativa del Ministerio de Educación.

8. Mejorar la atención sanitaria centrándose en el bienestar general, la medicina preventiva y la ampliación del acceso digital a la atención primaria, así como el acceso a la atención y los servicios de salud mental.

El Ministerio de Salud dijo que tiene previsto introducir nuevos marcos como posibles alternativas a la hospitalización psiquiátrica, mejorar las infraestructuras y condiciones de los hospitales y reforzar la formación de psicoterapeutas y psiquiatras en las zonas periféricas.

También tiene previsto promover nuevas campañas destinadas a reducir la obesidad infantil, el hábito de fumar y la mala alimentación.
Una parte fundamental del plan del Ministerio se centrará también en aumentar la plantilla del sistema sanitario, para reducir el agotamiento y ofrecer una mejor atención.

9. Se presenta un nuevo plan de vivienda para aumentar la oferta de apartamentos con la esperanza de reducir los precios y combatir la creciente crisis de la vivienda en Israel.

El gobierno dio a conocer el nuevo plan esta misma semana, estableciendo el objetivo de iniciar la construcción de 280.000 viviendas en los próximos cuatro años -un número significativamente mayor que en los últimos años-, avanzando en los planes de 500.000 unidades de vivienda más, publicando licitaciones para 300.000 viviendas en terrenos de propiedad estatal, y teniendo 180.000 licitaciones exitosas.

Las reformas para alcanzar esos objetivos incluyen la reducción de la burocracia en general, en particular para los proyectos de vivienda singulares -como los que pretenden demoler edificios antiguos para reconstruir otros nuevos en su lugar- y los proyectos de conversión de oficinas en residencias.

Otras medidas recogidas en el plan son el aumento del impuesto sobre la compra de viviendas para los inversores hasta el 8%, y la reducción de los impuestos para quienes construyan en terrenos privados.

El plan pretende invertir 8.000 millones de shekels (2.500 millones de dólares) en el desarrollo de infraestructuras de transporte, drenaje y alcantarillado; 5.500 millones de shekels (1.750 millones de dólares) en la creación de nuevas guarderías y escuelas; más de 2.000 millones de shekels (630 millones de dólares) en el desarrollo, la planificación y la eliminación de obstáculos para las nuevas viviendas en la comunidad árabe; y 640 millones de shekels (202,6 millones de dólares) para animar a los municipios a aprobar los permisos de construcción.

El coste de la compra de una vivienda se ha disparado en Israel en los últimos años.

10. Revisar el transporte público eliminando las restricciones para que las entidades privadas, especialmente los empresarios y los ayuntamientos, puedan crear sistemas de transporte privado, facilitando el uso de soluciones de transporte compartido como alternativa a la propiedad del coche, y proporcionando a los ciudadanos un informe anual sobre el transporte público basado en los índices establecidos por el Ministerio de Transporte.

El Ministerio también trabajará para establecer asociaciones conjuntas del sector público y privado para el desarrollo de plazas de aparcamiento fuera de las zonas urbanas, y aplicar una tasa de congestión para los conductores que entren en la zona de Tel Aviv en hora punta a partir de 2024.

El plan también apoya un proyecto de metro de 150.000 millones de shekels (46.000 millones de dólares) en la región de Dan, que supondrá un ahorro anual de 26.000 a 34.000 millones de shekels y creará 125.000 nuevos puestos de trabajo.

También se está trabajando en la introducción de líneas de autobús más nuevas y rápidas, en la pavimentación de nuevos caminos para los ciclistas y en la mejora de las condiciones para los peatones en los centros de las ciudades para fomentar los desplazamientos a pie.

El Ministerio también tiene previsto contratar y formar a miles de conductores de transporte público y adquirir 3.500 autobuses en los próximos cinco años, de los cuales 2.500 serán eléctricos.

11. Fomentar la transición a las energías limpias impulsando la generación de electricidad ecológica, el cambio al transporte eléctrico y el aumento de la inversión en proyectos de infraestructuras ecológicas, como la construcción de instalaciones solares, la cesión de terrenos para proyectos de energías renovables y el impulso de instalaciones de almacenamiento en todo el país.

Israel anunció recientemente que se unirá al creciente número de países que comprometieron a ser neutrales en cuanto a emisiones de carbono para 2050. La medida supone un cambio en la política del gobierno anterior, anunciada en abril, que consistía en reducir las emisiones de carbono en un 80% de forma generalizada para ese año y las emisiones del sector eléctrico, en particular, hasta en un 85%.

El Ministerio de Energía dijo que tiene previsto orientar a las autoridades locales para que elaboren planes de evaluación para racionalizar el consumo de energía, y ofrecer subvenciones para apoyar la eficiencia energética en los sectores empresarial y público.

12. Impulsar la industria de alta tecnología con un programa nacional que incluya la aprobación de un plan nacional de inteligencia artificial para promover el desarrollo de tecnologías, eliminar la burocracia para fomentar las fusiones y adquisiciones e incentivar las inversiones, mejorar la fiscalidad, promover los lazos entre investigadores y académicos y empresarios, atraer el talento de vuelta a Israel desde el extranjero e impulsar la integración de los trabajadores árabes en el sector tecnológico.

13. Poner en marcha reformas del kashrut destinadas a reformar significativamente el sector de la certificación kosher en Israel e introducir la competencia.

El plan, que se está tramitando en la Knesset, establecería una serie de agencias privadas de certificación kosher que estarán obligadas a respetar las normas religiosas establecidas por el Gran Rabinato, en lugar de que sea el propio rabinato el que expida las certificaciones kosher.

El objetivo de la medida es aumentar la competencia para reducir los costes de las empresas que buscan la certificación. Según un estudio reciente del Instituto de la Democracia de Israel (IDI), el sistema de certificación kosher de Israel está plagado de ineficacias y procesos poco transparentes que cuestan a los contribuyentes unos 13,1 millones de shekels (4 millones de dólares) al año y hacen que se dupliquen y a veces tripliquen las certificaciones.

Fuente: The Times of Israel.