Agencia AJN.- El investigador de las Naciones Unidas Miloon Kothari se disculpó el jueves por su comentario de que las redes sociales estarían controladas en gran medida por un supuesto «lobby judío» y enfatizó que no había tenido la intención de cuestionar el estatus de Israel como uno de los 193 Estados miembros de la organización.

“Fue completamente incorrecto describir las redes sociales como controladas en gran medida por el ‘lobby judío’”, dijo Kothari.

“Esa elección de palabras fue incorrecta, inapropiada e insensible”, agregó en una carta que le escribió al presidente del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Federico Villegas.

Kothari es uno de los tres miembros de la Comisión de Investigación (COI) permanente del CDHNU sobre presuntos abusos israelíes contra los derechos humanos.

Al menos 18 países han repudiado los comentarios de Kothari por antisemitas, al igual que la Unión Europea y la oficina del secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Kothari dijo: «La ofensa que he causado al usar esas palabras me ha angustiado profundamente».

“Tomo con la mayor seriedad las preocupaciones porque mis palabras fueron percibidas y experimentadas como antisemitas”, afirmó en su carta.

Kothari explicó que su intención había sido «denunciar los implacables y vitriólicos ataques personales contra los miembros de la comisión en las redes sociales y algunas publicaciones, lanzados para deslegitimar y socavar su trabajo».

Dijo además: «Siempre he condenado la discriminación en todas sus formas, incluso a través del antisemitismo, y ahora lo hago de nuevo. Doy una calurosa bienvenida y apoyo plenamente el compromiso de la ONU para combatir el antisemitismo y sus esfuerzos en este sentido anclados en los derechos humanos».

En su carta a Villegas, Kothari dijo: “En ningún lugar de la entrevista [de Mondoweiss] cuestioné la existencia del Estado de Israel».

“Por el contrario, en varias instancias, durante la entrevista en cuestión, he defendido la existencia del Estado de Israel.»

Señaló que en el informe que la COI presentó al CDHNU en junio se afirmaba que «los fundamentos de la legalidad del Estado de Israel fueron establecidos por la resolución 181 de la Asamblea General y no son ni nunca serán cuestionados por esta Comisión.”

En su carta a Villegas, Kothari aclaró que «no pretendía sugerir que Israel debería ser excluido de las Naciones Unidas. Me doy cuenta de que esa elección de palabras también ha ofendido y lo lamento sinceramente».

Los críticos de la COI han dicho que su objetivo es sentar las bases para desmantelar a Israel como una patria nacionalista étnica para los judíos.

Hay una decena de comités de investigación y misiones de determinación de hechos vinculados al CDHNU que examinan presuntos abusos contra los derechos humanos. La COI sobre Israel es la única sin fecha de terminación establecida: es un comité permanente.

Se espera que publique un segundo en septiembre para presentarlo ante la Asamblea General de la ONU.

ONG pro Israel, que siempre se han opuesto a la COI, rechazaron la disculpa de Kothari como poco sincera. Pidieron su renuncia y la disolución de la propia COI.

El director ejecutivo de UN Watch, Hillel Neuer, dijo que su ONG rechaza el «intento de encubrir el uso de un notorio tropo antisemita que a lo largo de la historia ha provocado pogromos mortales y cosas peores» por parte de Kothari y su cuestionamiento literal de la membresía de Israel en la ONU.

«Kothari es el primer investigador de la ONU en la historia de las Naciones Unidas en ser aludido por antisemitismo por el jefe del Consejo de Derechos Humanos, el secretario general, junto con Gran Bretaña, Francia, Alemania, Estados Unidos y otros 14 países», agregó Neuer.

Son: Australia, Austria, Bélgica, Brasil, Canadá, República Checa, Guatemala, Hungría, Italia, Israel, Países Bajos, Noruega, Suecia y Suiza.

El director ejecutivo del Foro Legal Internacional, Arsen Ostrovsky, dijo que «la única ‘gracia salvadora’ es que la permanencia de Kothari será un recordatorio permanente de la ausencia total de imparcialidad, competencia o incluso una pizca de respeto del Consejo».