Agencia AJN.- El secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, aseguró que cualquier asesinato israelí en territorio libanés «provocaría una fuerte reacción», en respuesta a las informaciones según las cuales Israel podría atacar a dirigentes de Hamás en el país.

Nasrallah se refirió a las recientes declaraciones del primer ministro Netanyahu en las que acusaba a Irán de financiar atentados terroristas en Cisjordania.

«El enemigo israelí, ante la escalada de la resistencia en Cisjordania, escapó para acusar a Irán y pretender que lo que ocurre allí es un plan iraní y que los palestinos de allí son herramientas, y esto es una estupidez» afirmó el líder de Hezbollah durante una entrevista concedida el lunes por la noche a la cadena de televisión al-Manar.

Nasrallah agregó que «la batalla en Cisjordania es con el pueblo palestino. Sí, la República Islámica apoya al pueblo palestino oprimido, pero el proyecto de resistencia es un proyecto palestino».

El secretario general de Hezbollah también restó importancia a las amenazas de asesinatos selectivos contra los terroristas del eje de facciones respaldado por Irán en la región.

«La amenaza de asesinato no es nueva, y durante todo el conflicto con el enemigo israelí llevó a cabo asesinatos. ¿Fueron estos asesinatos capaces de sacudir a la resistencia? Estas amenazas no hacen retroceder a la resistencia. Ni la amenaza ni la aplicación de la amenaza debilitarán a la resistencia, sino que aumentarán su determinación, presencia y fuerza», expresó Nasrallah.

En relación a la situación de Israel, Nasrallah señaló que «el enemigo debe admitir que se encuentra en un dilema existencial, y no encontrará soluciones, no importa cómo se reúnan sus dirigentes, y aunque consulten a todos los expertos del mundo, no podrán resolverlo».

«La única solución para la entidad enemiga es dejar Palestina a su pueblo y a sus propietarios, de lo contrario la lucha continuará generación tras generación», añadió.

El líder de Hezbollah dejó en claro que cualquier asesinato de un libanés, palestino, iraní, sirio o de cualquier otra persona provocaría una «fuerte reacción.»

«No se puede tolerar y no permitiremos que el Líbano abra el campo a los asesinatos. No aceptaremos que se cambien las reglas de enfrentamiento que existen desde 2006, y los israelíes deben entender bien este asunto», advirtió Nasrallah.

Saleh al-Arouri, jefe adjunto del buró político de Hamás al que en ocasiones se lo vincula a las operaciones del movimiento terrorista en Cisjordania, fue señalado en informes de los medios de comunicación israelíes como posible objetivo de asesinato debido a su papel en el terrorismo de Cisjordania. Últimamente, Arouri reside en Líbano.

Por otro lado, este lunes, el diario libanés Nidaa al-Watan informó de que una delegación de inteligencia de un «país árabe amigo» tenía previsto llegar a Beirut el lunes y pretendía «aconsejar» a Hamás que Arouri abandonara Líbano debido a las tensiones. La delegación espera contribuir a evitar una escalada entre Israel y Hamás en la región.

Nasrallah acusa a la UNIFIL de querer espiar para Israel

Nasrallah también se refirió a los esfuerzos por renovar el mandato de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en Líbano (UNIFIL, por sus siglas en inglés), afirmando que «el Consejo de Seguridad de la ONU no ve lo que Israel está haciendo en Líbano. Más bien, ven cómo el sur del Líbano no constituye una amenaza para el enemigo. Por lo tanto, quieren que la UNIFIL espíe para los israelíes y quieren una UNIFIL donde no pueda llegar el dron, el espía o la cámara israelí».

El ministro libanés de Asuntos Exteriores, Abdallah Bou Habib, rechazó el fin de semana un proyecto de resolución para renovar el mandato, asegurando que «no indica la necesidad y la importancia de que la UNIFIL coordine sus operaciones con el gobierno libanés, representado por el ejército, como estipula el acuerdo de operaciones de la UNIFIL conocido como Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas (SOFA, por sus siglas en inglés)».

Bou Habib también quiere un artículo de la resolución que autorice a la UNIFIL a actuar «sin autorización previa» y «de forma independiente».