Agencia AJN.- El embajador de China en la ONU, Liu Jieyi, instó a la comunidad internacional a apoyar la nueva propuesta de cuatro puntos del presidente Xi Jinping para poner fin al conflicto palestino-israelí y establecer un Estado palestino independiente.

Liu Jieyi afirmó ayer en una conferencia de prensa en Nueva York que los futuros esfuerzos diplomáticos de China se centrarán en tratar de avanzar hacia una solución negociada basada en las cuatro propuestas.

Xi Jinping señaló el compromiso intensificado de China en Medio Oriente cuando se reunió hace dos semanas en Pekín con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, y expuso el plan.

Los cuatro puntos son:

1.) Avanzar en la solución de dos Estados basada en las fronteras de 1967 con Jerusalem oriental como la capital de un nuevo Estado palestino.

2.) Respaldar «el concepto de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible», poniendo inmediatamente fin a la construcción de asentamientos israelíes, adoptando medidas inmediatas para prevenir la violencia contra civiles y pidiendo una pronta reanudación de las conversaciones de paz.

3.) Coordinar los esfuerzos internacionales para presentar «medidas de fomento de la paz que impliquen una participación conjunta en una fecha próxima».

4.) Promover la paz mediante el desarrollo y la cooperación entre los palestinos e Israel.

China considera a Israel y los palestinos como «socios importantes» en su iniciativa «One Belt, One Road», un gigantesco impulso financiado por China para desarrollar rutas de transporte incluyendo puertos, ferrocarriles y carreteras para expandir el comercio en un vasto arco de países de Asia , África y Europa, explicó el embajador.

Por su parte, el ex embajador de Israel en China Matan Vilnai, aseguró que el expreso interés de China en involucrarse más activamente en el intento por resolver el problema israelí-palestino se debe a la preocupación de que cualquier explosión en Medio Oriente podría poner en peligro su suministro de petróleo y gas de la región.

Vilnai, quien fuera embajador entre 2012 y 2016, señaló que «el 60% de la energía china proviene de Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos e Irán, y son muy sensibles a lo que está sucediendo».

Ante la presentación del plan chino, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel manifestó que «el camino hacia la paz pasa por un retorno a las negociaciones sin condiciones previas de los palestinos». Sin embargo, Vilna’i expresó que Israel debería dar la bienvenida a cualquier actor que crea que puede romper el atolladero israelí-palestino, aunque reconoció que no había nada nuevo en las propuestas.

Galia Lavi, asistente de investigación y coordinadora del programa China-Israel en el Instituto de Estudios de Seguridad Nacional, señaló que el aspecto más interesante de la propuesta es el mecanismo trilateral para tratar las inversiones y proyectos chinos en la región.

Pese a que considera que China no tienen ningún interés real en involucrarse activamente en las negociaciones de paz o en la mediación entre Israel y los palestinos, la propuesta muestra signos del movimiento chino en la parte económica, más que diplomática, de la cuestión israelí-palestina, y es algo que encaja bien con la iniciativa One Belt One Road.

«Israel tiene que pensar cómo puede asegurarse de que sus lazos económicos con China no le permitan influir sobre nuestros legisladores. Debe pensar en qué activos podemos vender, y cuánta inversión aceptar aquí. China tiene demasiada influencia a causa del dinero, pero Israel tiene que prepararse para eso y asegurarse de que las cartas todavía están en nuestras manos», resaltó Lavi.