Agencia AJN.- El 3 de julio de 1883 nacía en Praga, actual República Checa, Franz Kafka, hijo de una familia de comerciantes judíos que se convirtió en uno de los escritores de habla alemana más destacados y su obra está considerada como una de las más influyentes de la literatura universal.

Era el mayor de seis hermanos, habiendo dos de ellos muerto siendo bebés, mientras que sus tres hermanas fueron víctimas del nazismo y fallecieron en diversos campos de la muerte durante la Shoá.

Su educación primaria y secundaria las efectuó en institutos de habla alemana y luego de intentar cursar diversas carreras universitarias estudio Derecho, doctorándose en junio de 1906.

Desde los 14 años, Kafka comenzó a escribir. Si bien destruyó esos primeros materiales, mientras cursaba la carrera universitaria fue un activo organizador de actividades literarias y sociales en los centros estudiantiles y también promocionó representaciones del teatro judío alemán.

Ya graduado, realizó un año de servicio obligatorio (sin remuneración) en los tribunales civiles y penales, con funciones administrativas; luego, ingresó como pasante, también sin retribución, en una agencia italiana de seguros de accidentes laborales y en 1908 comenzó a trabajar en la compañía Arbeiter-Unfall-Versicherungs-Anstalt für Königsreich Böhmen hasta su jubilación anticipada, en 1922, por motivos de salud.

Desde 1905 debió ser atendido en forma regular por su debilidad física, y en 1917 se confirmó que padecía tuberculosis.

Es a partir de su ingreso en esta última empresa cuando comienza a escribir en forma regular, siendo el trabajo burocrático que realizaba una de las fuentes que utilizó como temas de sus obras.

Identificado con el insipiente movimiento sionista, debido a su enfermedad no pudo concretar su intención de radicarse en Eretz Israel (la tierra de Israel).

Su vida familiar y afectiva no fue feliz, por un lado su padre se oponía a su inclinación literaria y por otro sus diversos romances culminaron en dolorosas rupturas sentimentales.

La obra de Kafka se caracteriza por una marcada vocación metafísica y una síntesis de absurdo, ironía y lucidez, describiendo en forma realista su mundo de sueños.

En 1913 se publica su primer libro: “Meditaciones” que incluía extractos de su diario personal, pequeños fragmentos en prosa, que los críticos definieron que marcaban una inquietud espiritual penetrante y un estilo profundamente innovador, a la vez lírico, dramático y melodioso.

Ese libro, como los siguientes que se editaron durante su vida no obtuvieron éxito, fuera de su círculo íntimo de amigos y admiradores incondicionales.

Entre 1913 y 1919 Franz Kafka escribió sus obras más renombradas: “El proceso”, “La metamorfosis”, “La condena”, “En la colonia penitenciaria” y el volumen de relatos “Un médico rural”; posteriormente su novela América.

En 1920 por el estado de su enfermedad debió dejar de trabajar, y paso varios períodos internado en diversos hospitales, hasta que a fines de 1923 regresó a su casa paterna pero al agravarse su estado, en marzo de 1924, se interna en Viena primero y luego en Klosterneuburg, Austria, donde fallece el 3 de junio.

Kafka sólo publicó algunas historias cortas durante toda su vida, una pequeña parte de su trabajo, por lo que su obra pasó prácticamente inadvertida hasta después de su muerte.

Su deseo, expresado a su amigo y asesor literario, Max Brod, era que sus escritos se destruyeran; pero Brod, no cumplió con el deseo póstumo de Kafka y supervisa la edición de los materiales que estaban en su poder, las que logran una gran aceptación por parte del público y obtienen muy buenas críticas, lo que posibilita su difusión.