Agencia AJN.- El primer ministro de Israel, Naftali Bennett, se expresó contra los que incitan y alientan a los terroristas horas después del primer ministro de Jordania, Bisher al-Khasawneh, elogiara los ataques palestinos a israelíes en un discurso ante el parlamento en Amman el lunes.

“Israel está haciendo todo lo posible para que todos puedan celebrar sus fiestas de manera segura: judíos, musulmanes y cristianos”, dijo Bennett. “Esperamos de todos que no se sumen a las mentiras y ciertamente no alienten la violencia contra los judíos”.

Bennett también se pronunció en contra de quienes “culpan a Israel de la violencia contra nosotros, quienes alientan el lanzamiento de piedras y la violencia contra los ciudadanos del Estado de Israel”.

«Esto es inaceptable. Ese es un premio para los incitadores, el principal de los cuales es Hamás, que está tratando de provocar la violencia en Jerusalem”, afirmó Bennett.

Asimismo, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Jordania convocó al embajador de Israel por las acciones israelíes en el Monte del Templo el lunes. El embajador israelí estaba fuera del país, por lo que el embajador adjunto israelí Sami Abu Janeb fue convocado a la reunión, en la que el ministro de Relaciones Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, le entregó una carta.

El Ministerio de Relaciones Exteriores hebreo dijo que ello “perjudicó los esfuerzos por traer tranquilidad a Jerusalem y les da impulso a quienes dañan la santidad de las festividades y usan la violencia que pone en peligro las vidas de ciudadanos musulmanes y judíos por igual”.

“Hacemos un llamado a todos para que ayuden a Israel en sus esfuerzos por traer tranquilidad a Jerusalem y permitir la libertad de culto en el Monte del Templo”, declaró el ministerio. “Todo socio responsable debe reconocer eso y no participar en la difusión de completas mentiras que solo agitan la atmósfera”.

La policía israelí se comportó de manera responsable y moderada cuando se enfrentó a decenas de alborotadores que violaron la santidad del Monte, continuó el comunicado, que agregó que fueron las acciones policiales las que permitieron que decenas de miles de musulmanes rezaran en la mezquita de al-Aqsa.

La semana pasada, palestinos almacenaron piedras y fuegos artificiales en la mezquita de al-Aqsa y los lanzaron contra agentes de policía y los judíos que rezaban en el Muro Occidental, debajo del Monte del Templo. La policía ingresó al recinto, efectuó arrestos y trató de sofocar la violencia. Los hechos ocurrieron repetidamente en los días siguientes y aumentaron los ataques palestinos contra israelíes en la Ciudad Vieja de Jerusalem y sus alrededores.

El martes se registraron incidentes en la zona de Hebrón y medios palestinos informaron que tropas israelíes ingresaron a un campo de refugiados en Belén con el objetivo de practicar arrestos.

Anoche se produjeron incidentes en la localidad de Taybeh, en Israel. Allí un grupo de vecinos incendió neumáticos. La Policía despejó la ruta, a fin de permitir la libre circulación de vehículos.

Paralelamente se registraron enfrentamientos entre policías israelíes y palestinos en Rosh al-Amud, en Jerusalem Oriental.

Un cohete fue disparado desde la Franja de Gaza anoche hacia territorio israelí. El proyectil fue interceptado por el sistema defensivo Cúpula de Hierro. Las sirenas se activaron en dos poblados en el sur de Israel. No se registraron víctimas.

Un comunicado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) anunció que «aviones de combate bombardearon sitios de producción de armas de Hamás en Khan Younis, eliminándolos».

La organización palestina asegura que en el ataque israelí lanzaron un misil antiaéreo, pero ningún avión resultó dañado.

El canal libanés al-Mayadeen informó que el misil antiaéreo es el modelo SA-7. En el pasado Hamás utilizó el proyectil en situaciones similares.