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En una victoria para Netanyahu, Estados Unidos permite a Israel unirse al programa de exención de visados

La decisión de Estados Unidos se produjo tras un periodo de más de dos meses en el que el gobierno estadounidense revisó la aplicación de la nueva normativa hacia los palestinos y otros estadounidenses árabes, así como hacia los estadounidenses de origen iraní por parte de las autoridades israelíes.

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El Primer Ministro israelí Benjamín Netanyahu en enero. Foto: Ronaldo Schemdit/AFP vía Getty Images

Agencia AJN.- (Barak Ravid – AXIO) El Secretario de Seguridad Nacional estadounidense, Alejandro Mayorkas, decidió autorizar a Israel a participar en el Programa de Exención de Visados de Estados Unidos, según informaron funcionarios estadounidenses a la prensa.

Por qué es importante: La decisión de la administración Biden supone una mejora significativa en las relaciones entre Estados Unidos e Israel, que lleva años intentando unirse al programa.

También es una importante victoria para el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en un momento en que su gobierno de extrema derecha es muy impopular en su país y se enfrenta a críticas en el extranjero.

Como parte del programa, los ciudadanos israelíes podrán viajar a Estados Unidos durante 90 días sin necesidad de obtener previamente un visado.

Para adherirse al programa, Israel aceptó una flexibilización sin precedentes de las restricciones de movimiento para los estadounidenses de origen palestino que viven en Cisjordania y Gaza ocupadas y suavizar las restricciones impuestas a los estadounidenses de origen árabe e iraní que quieran entrar en Israel.

Impulsor de la noticia: el Secretario de Estado Antony Blinken firmó a principios de esta semana una carta en la que certifica que Israel cumplió los criterios establecidos por Estados Unidos para adherirse al programa y recomienda a Mayorkas que haga la designación.

La decisión de Estados Unidos se produjo tras un periodo de más de dos meses en el que el gobierno estadounidense revisó la aplicación de la nueva normativa hacia los palestinos y otros estadounidenses árabes, así como hacia los estadounidenses de origen iraní por parte de las autoridades israelíes.

Funcionarios estadounidenses expresaron a la prensa que la administración llegó a la conclusión de que Israel cumplía tanto los criterios de seguridad de Estados Unidos como la exigencia de reciprocidad en el trato a los ciudadanos estadounidenses.

Detalles: Se espera que los ciudadanos israelíes puedan entrar en Estados Unidos sin visado antes del 30 de noviembre, según funcionarios estadounidenses.

El gobierno de Biden seguirá vigilando la forma en que Israel trata a los palestino-estadounidenses, a otros árabe-estadounidenses y a los iraníes-estadounidenses, señalaron los funcionarios, advirtiendo que EE.UU. puede suspender o retirar a un país del programa en cualquier momento si no cumple los requisitos estadounidenses.

Lo que dice «La designación de Israel en el Programa de Exención de Visado es un importante reconocimiento de nuestros intereses de seguridad compartidos y de la estrecha cooperación entre nuestros dos países», aseguró Mayorkas en un comunicado este miércoles.

«Esta designación, que representa más de una década de trabajo y coordinación entre Estados Unidos e Israel, mejorará la colaboración de nuestras dos naciones en la lucha contra el terrorismo, la aplicación de la ley y nuestras otras prioridades comunes», añadió el  Secretario de Seguridad Nacional estadounidense.

Blinken, por su parte, calificó la designación como «un paso crítico hacia adelante» en la asociación estratégica de Estados Unidos con Israel «que fortalecerá aún más el compromiso de larga data entre las personas, la cooperación económica y la coordinación de seguridad entre nuestros dos países».

«Este importante logro mejorará la libertad de movimiento de los ciudadanos estadounidenses, incluidos los que viven en los Territorios Palestinos o viajan hacia y desde ellos», agregó el Secretario de Estado,

Cabe destacar que el avance inicial en el proceso de permitir a Israel entrar en el programa de exención de visados se produjo en 2021 bajo el gobierno israelí liderado por Naftali Bennett.

El ex embajador de Estados Unidos en Israel Tom Nides y su adjunta, Stephanie Hallett, presionaron mucho sobre el tema durante el último año, movilizando el apoyo a la medida de Blinken, Mayorkas y la Casa Blanca.

Netanyahu intentó sabotear los esfuerzos mientras era líder de la oposición. Pero tras regresar a la oficina del primer ministro a finales del año pasado, reanudó el proceso de intentar que Israel entrara en el programa.

Tres funcionarios y ex funcionarios estadounidenses mencionaron a Axios que, durante un debate interno sobre la cuestión celebrado hace varios meses, a algunos miembros de la administración les preocupaba que permitir la entrada de Israel en el programa fuera visto como una recompensa al gobierno de Netanyahu por un comportamiento con el que Estados Unidos no está satisfecho, incluida la expansión de los asentamientos y su reforma judicial.

Pero Nides se opuso, argumentando en aquel momento que la medida beneficiaba a Estados Unidos porque mejoraría la situación de decenas de miles de palestinos estadounidenses que viven en Cisjordania y Gaza.

«Esta [decisión] no es un favor a Israel», expresó un funcionario estadounidense en la reunión informativa con los periodistas, haciéndose eco del argumento de Nides de que la decisión sirve a los intereses de Estados Unidos al mejorar la seguridad, aumentar el comercio y el turismo y permitir un mejor acceso y movimiento para los palestinos estadounidenses.

Sí, pero..: La medida ya está recibiendo críticas.

Un grupo de senadores demócratas, que habían hecho pública su preocupación por permitir la entrada de Israel en el programa en este momento, emitieron un comunicado en el que reiteraban su afirmación anterior de que Israel no cumplió el requisito de igualdad de trato a todos los estadounidenses.

«Estamos profundamente preocupados por la decisión de la administración de seguir adelante violando ese principio. Vigilaremos atentamente la situación para determinar si los estadounidenses siguen sufriendo discriminación por su origen étnico, nacional o religioso», declararon el senador Chris Van Hollen (Demócrata de Maryland), Chris Van Hollen (D-Md.), Brian Schatz (D-Hawaii), Jeff Merkley (D-Ore.), y Peter Welch (D-Vt.).

En respuesta, un funcionario estadounidense explicó a los periodistas que la administración es consciente de las preocupaciones de los senadores, pero subrayó que la administración llegó a una conclusión diferente en cuanto al cumplimiento de los requisitos por parte de Israel, especialmente en lo relativo a la reciprocidad.

Entre líneas: Un antiguo funcionario estadounidense señaló que el proceso de exención de visado demostró que cuando Netanyahu realmente quiere algo, está dispuesto a hacer concesiones significativas para conseguirlo.

El funcionario concluyó que esta lección será importante para la Casa Blanca a la hora de negociar con Netanyahu las concesiones que tendrá que hacer como parte de cualquier acuerdo de paz con Arabia Saudita.

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Independencia del Estado de Israel. Del duelo a la esperanza. Por Mattanya Cohen*

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Este año, Israel celebra 76 años de independencia, lo que normalmente sería una ocasión festiva, este año es una ocasión sombría, empañada por un gran dolor. Este año, junto con nuestro gran aprecio por nuestra renovada independencia en nuestra patria, contemplamos la profunda devastación que hemos experimentado como nación y lloramos la pérdida de más de 1.200 nuevas víctimas del terrorismo que se agregaron de la noche a la mañana, el 7 de octubre. ¿Cómo podemos celebrar la libertad de nuestra nación cuando nuestros hermanos y hermanas están aún en cautiverio? ¿Cómo podemos regocijarnos en nuestra independencia cuando amigos y familiares todavía no han retornado del campo de batalla?

La proximidad del Día de los Caídos y del Día de la Independencia, dos días significativos en el calendario israelí, ubicados intencionadamente uno detrás del otro, siempre ha suscitado debate-¿cómo podemos pasar tan rápidamente de tanta tristeza a la celebración? Estas dos jornadas, con sus caracteres tan diferentes, están unidas por la sangre de nuestros soldados y de las víctimas del terrorismo quienes han sacrificado sus vidas por nuestra nación.

Lamentablemente, este año, mientras la sirena de conmemoración paralice a todo el Estado en un silencioso homenaje, nos focalizaremos en los acontecimientos en curso. Los ataques de Irán y sus organizaciones terroristas afines como Hamás, Hezbolá y los Hutíes han unido nuevamente a nuestra nación, un pueblo unido por nuestra resiliencia frente a un horrendo ataque terrorista.

Este año, nuestra reverencia por el Día de los Caídos está envuelta en un nuevo dolor y nuestro aprecio por la libertad en nuestro propio país es más profundo que nunca. Pero en medio del dolor, tenemos mucho de lo que estar orgullosos. Como nación hemos desplegado una gran solidaridad, valentía y camaradería entre todos los ciudadanos de Israel, independientemente de su religión, opinión política o diferencias sociales.

Mientras se desarrollaba el ataque de Hamás en el sur de Israel, acompañado simultáneamente de cientos de andanadas de cohetes lanzados indiscriminadamente contra objetivos en todo el país, los civiles se lanzaron inquebrantablemente hacia las llamas, no alejándose de ellas, para salvar tantas vidas como fuera posible. Muchos de estos héroes perdieron sus vidas en su intento de salvar a otros. En las primeras horas del 7 de octubre, cuando quedó claro que no se trataba solo de un ataque más, jóvenes israelíes en el exterior se agolparon en los aeropuertos para regresar y participar en la defensa del país.

Durante 2.000 años, los judíos recordaron a Jerusalén y a la Tierra de Israel en todas sus plegarias, tanto en momentos de celebración como de duelo-hasta que pudimos restablecer un Estado judío en nuestra patria. Actualmente, mientras la horrible cabeza del antisemitismo se eleva a máximos históricos en todo el mundo, experimentamos una sensación cada vez más intensa de unidad de nosotros como pueblo y destino compartido en el único Estado judío.

Nuestro joven país ha tenido una historia plena y colorida. En apenas unas décadas desde el establecimiento hemos proporcionado un refugio seguro al pueblo judío en su tierra ancestral, hemos creado una sociedad dinámica y diversa de ciudadanos de múltiples creencias y orígenes, hemos transformado una tierra antigua en una tierra de innovación y creatividad, hemos convertido a vecinos de enemigos en aliados y hemos demostrado que estamos aquí para quedarnos. Ha habido desafíos y conflictos, junto con muchos éxitos. A pesar de todo, hemos conservado y mantenido nuestra fe tanto en nuestra nación como en nuestro pueblo, seguros de que nuestro futuro está en nuestras manos, y lo estamos construyendo juntos.

Este año, mientras el Día de los Caídos se transforma en el Día de la Independencia, nuestros hermanos y hermanas aún languidecen en cautiverio. A pesar de que este año nuestras celebraciones distan mucho de ser alegres, y nuestros corazones aún no están enteros, nos fijamos en israelíes fuertes como Rachel Goldberg-Polin, considerada por la

revista Time como una de las personas más influyentes del mundo, la madre de Hersh Goldberg-Polin, quien aún permanece cautivo en Gaza, y que continua difundiendo su mantra de que “la esperanza es obligatoria” en todo el mundo.

Este gran país fue construido sobre numerosos valores y principios, pero el singular valor que brilla por encima de las dificultades, es nuestra esperanza colectiva como nación de que algún día podremos vivir en paz con nuestros vecinos.

Hasta entonces, y particularmente ahora, “la esperanza es obligatoria”, y nunca renunciaremos a ella.

*Director Adjunto de la oficina de América Latina y el Caribe de la Cancillería israelí. Ex embajador de Israel en Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice.

 

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Por Jorge Knoblovits: Hoy más que nunca: estamos acá

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Agencia AJN.- (Jorge Knoblovits* – LA NACION) El 8 de mayo conmemoramos junto con el Museo del Holocausto, el Acto Central por Iom Hashoá en el CCK. Ocasión en la que junto a los sobrevivientes del nazismo y la sociedad argentina toda, recordamos el impacto de esa terrible experiencia que sufrió el pueblo judío.

Es también una oportunidad para advertir las señales de odio y desprecio de la actualidad que siempre constituyen la antesala de experiencias traumáticas.

El discurso del odio predispone a las mentes y a los cuerpos para naturalizar el racismo y sus mecanismos de exterminio.

La Argentina cuenta con importantes herramientas para advertir y hacer frente a la diseminación de manifestaciones discriminatorias o que reivindiquen al nazismo.

La Constitución Nacional, contiene dos normas que se refieren a la libertad de las ideas. El artículo 14 dispone que todos los habitantes de la Nación gozan del derecho “de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa”. A su vez el art. 32 dispone que “El Congreso Federal no dictará leyes que restrinjan la libertad de imprenta o establezcan sobre ella la jurisdicción federal”.

También, nuestro país adhirió a la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio que es imprescriptible. Allí se describen las acciones que lo modelan: “Actos perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal”.

De estas normas constitucionales e internacionales, podemos destacar que, si los delitos de genocidio cometidos durante la Segunda Guerra Mundial contra los judíos, no se encuentran prescriptos, mal se puede permitir que los propios Estados firmantes toleren el aliento de la ideología nazi apologéticamente.

La Convención antes citada hace hincapié en otro aspecto a tener especialmente en cuenta y es el concepto de instigación. Ningún genocidio es posible sin una escalada previa de marcaje y de construcción de otredades negativas. La aniquilación de seis millones de judíos en la Shoá pudo suceder por estratégicos condicionamientos ideológicos. Sería hacer andar libremente el material del que se nutren los verdugos y ejecutores de planes siniestros.

El claro ejemplo lo constituye Mein kampf, el libro escrito por Adolf Hitler mucho antes de acceder al poder absoluto de Alemania.

Por todo ello, se debe tener en cuenta lo imprescindible de la protección a los derechos humanos, cosmovisión inspirada en la vivencia del Holocausto y los resortes de prevención que debemos articular.

De allí que toda la literatura, propaganda, ideas, videos, mensajes, caricaturas que instiguen en los términos de la Convención de Genocidio los actos que se describen, deben ser expuestas para impedir su viralización.

No sólo el Derecho es capaz de obstaculizar la discriminación. La educación, los medios masivos de comunicación y los vínculos sociales en general deben ser dispositivos de sensibilización y empatía.

Hoy más que nunca, “Estamos acá” tras los sucesos del 7 de octubre pasado en el Estado de Israel, en los que la Shoá y su odio antisemita se hizo presente con saña.

El terrorismo y su despiadado modus operandi acechan los valores de la democracia y la seguridad del mundo libre.

Hoy más que nunca debemos resignificar ese ataque a la dignidad de un pueblo que tiene derecho a su territorio y a vivir en paz.

Ocasión también para exigir la liberación de los 133 secuestrados por el régimen terrorista de Hamás y la Jihad Islámica desde ese fatídico día. Sillas vacías que agudizan el dolor.

Que vuelvan a casa.

Recordar y no olvidar para que la Shoá no se repita.

“Hoy más que nunca. Estamos acá “.

“Mir zainen do”.

 

 

*Dr. Jorge Knoblovits, presidente de la DAIA

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