Agencia AJN.- Estados Unidos e Irán han encontrado una forma de abordar las investigaciones del organismo de control nuclear de la ONU sobre el programa atómico de Teherán que permite a ambos cantar victoria por ahora pero retrasa una resolución final, según tres fuentes familiarizadas con el asunto.

Teherán ha presionado a Washington para que se comprometa a cerrar las investigaciones del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre los rastros de uranio encontrados en tres emplazamientos no declarados antes de aplicar plenamente una propuesta de acuerdo para reactivar el pacto nuclear iraní de 2015.

Sin embargo, Estados Unidos y sus socios rechazan esta postura, argumentando que las investigaciones sólo pueden concluir cuando Irán haya dado respuestas satisfactorias al organismo con sede en Viena. Como resultado, Irán ha dicho que no llevará a cabo el acuerdo a menos que las sondas se hayan cerrado, posponiendo la cuestión fundamental de si el OIEA las cerrará y si Irán podría seguir adelante con el acuerdo más amplio si no, dijeron las fuentes.

La resolución de las llamadas investigaciones de «salvaguardias» es fundamental para el organismo de la ONU, que trata de garantizar que las partes del Tratado de No Proliferación Nuclear no desvíen en secreto material nuclear que puedan utilizar para fabricar un arma.

Aunque un alto funcionario estadounidense dijo la semana pasada que Irán había «básicamente abandonado» algunos de los principales obstáculos para revivir el acuerdo de 2015, incluido el del OIEA, la cuestión parece haberse aplazado.

«Irán originalmente había querido un compromiso de que el OIEA completaría las investigaciones de salvaguardias de la agencia en una fecha determinada», dijo un funcionario estadounidense bajo condición de anonimato, diciendo que Estados Unidos y sus socios lo rechazaron. «Irán volvió a declarar que si las cuestiones relativas a las salvaguardias no se resolvían para el Día de la Reimplantación, se reservarían el derecho a no tomar las medidas para frenar su programa nuclear previstas para esa fecha», dijo el funcionario estadounidense.

«Las investigaciones del OIEA deberían cerrarse antes del Día de la Reaplicación» si se reanuda el acuerdo de 2015, dijo el miércoles el jefe nuclear de Irán, Mohammad Eslami. El funcionario estadounidense dijo que si Teherán no había cooperado con el OIEA para esa fecha, los líderes iraníes se enfrentarían a una elección: «retrasar o incluso renunciar al esperado alivio de las sanciones, o proceder a la aplicación del acuerdo incluso mientras persisten las investigaciones de los casos abiertos.»

El asunto del OIEA amenaza con impedir la reactivación del pacto de 2015, abandonado por el entonces presidente estadounidense Donald Trump en 2018, en virtud del cual Irán había frenado su programa nuclear a cambio de un alivio de las sanciones de Estados Unidos, la UE y la ONU.

Tras renegar del acuerdo, Trump volvió a imponer sanciones estadounidenses a Irán, lo que llevó a Teherán a reanudar las actividades nucleares previamente prohibidas y reavivó los temores estadounidenses, europeos e israelíes de que Irán pueda buscar una bomba atómica. Irán niega tal ambición. Irán ha tratado de utilizar las conversaciones sobre la reactivación del acuerdo de 2015 para que el OIEA cierre las investigaciones.

Las investigaciones se refieren principalmente a sitios aparentemente antiguos que datan de antes o alrededor de 2003, cuando las agencias de inteligencia estadounidenses y el OIEA creen que Irán detuvo un programa coordinado de armas nucleares. Irán niega haber tenido nunca un programa de este tipo, pero la información que incluye el material que Israel dice haber incautado de un «archivo» iraní de trabajos anteriores plantea dudas sobre el asunto. Dada la negativa de Occidente a comprometerse a cerrar las investigaciones en una fecha concreta, y la insistencia de Irán en que no cumplirá plenamente el acuerdo si siguen activas, parece que hay al menos cuatro resultados posibles.

En el primero, Irán satisfaría las preocupaciones del OIEA en el momento oportuno y el acuerdo de 2015 resucitaría. En el segundo, Teherán no satisfaría al OIEA, se negaría a dar los pasos nucleares para consumar el acuerdo y Washington se negaría a proporcionar el alivio de las sanciones previsto en la fase final del acuerdo propuesto.

Sin embargo, las limitaciones nucleares, y el alivio de las sanciones, que se proporcionarán en las fases anteriores del acuerdo propuesto se producirían. «Según tengo entendido, los iraníes congelarán el enriquecimiento de alto grado, el 20%, el 60%, y EE.UU. aliviará algunas sanciones, muy pocas, no muy significativas», dijo una fuente familiarizada con el asunto.

Sin embargo, existe la posibilidad de que se amplíen los plazos del acuerdo nuclear, lo que daría a Irán más tiempo para satisfacer al OIEA si así lo desea y retrasaría la finalización del acuerdo, dijeron un funcionario estadounidense y otro iraní. El funcionario estadounidense dijo que hay una disposición en el proyecto de texto, no relacionada con la cuestión del OIEA, que permite a Irán o a Estados Unidos solicitar un retraso hasta el día de la reimplementación. En un tercer escenario, Teherán podría llevar a cabo el acuerdo incluso si las investigaciones del OIEA siguen abiertas, un cambio de política que podría ser difícil de digerir para los líderes iraníes o de vender en casa.

Una cuarta posibilidad es que la presión política obligue al OIEA a cerrar las investigaciones aunque no esté satisfecho con las respuestas de Irán, aunque los funcionarios estadounidenses afirman que no presionarán al organismo. El analista de Eurasia Group, Henry Rome, dijo que si se llegara a un acuerdo, lo más probable es que se aplique.

«Pero habría mucha más incertidumbre ahora que en 2015», dijo.