El primer ministro Binyamin Netanyahu prometió hoy que el Monte del Templo y el Muro Occidental «permanecerán para siempre bajo la soberanía israelí» durante una sesión especial de la Knesset celebrando el Día de Jerusalem y marcando 50 años de la unificación de la capital.
 
Al describir Jerusalem antes de la Guerra de los Seis Días de 1967, Netanyahu habló de «una frontera serpenteante que abría un abismo profundo en Jerusalem y en su corazón eran barricadas contra francotiradores, cercas de alambre de púas y campos de minas. Nos quedábamos del otro lado, tratando de mirar hacia el Monte del Templo y el Muro Occidental, y no pudimos acceder a ellos», y agregó: «Nunca volveremos a esa situación».

«Algunos ven la Guerra de los Seis Días como un desastre para Israel. Yo la veo como la salvación de Israel. ¿Cómo podríamos seguir existiendo con una cintura estrecha (del país) y un peligro diario para nuestros ciudadanos?», expresó.
 
El primer ministro habló de la visita del presidente estadounidense, Donald Trump, a Israel esta semana, diciendo: «Estoy seguro de que ustedes estaban tan conmovidos como yo al ver al presidente Trump y su familia de pie junto al Muro Occidental y tocando sus piedras. Jerusalem liberada durante la Guerra de los Seis Días hizo lo mismo, con una explosión de emociones que venían de las profundidades de sus almas».
 
Netanyahu, que tenía 17 años cuando los paracaidistas israelíes alcanzaron el Muro Occidental durante la Guerra de los Seis Días, recordó ese día. «Hubo una avalancha de personas que rompieron el agujero en el muro cerca del ayuntamiento. Nos encontramos en las calles y llegamos al Muro Occidental, y también tocamos sus piedras», recordó.
 
«Ese momento histórico en que nuestros soldados se pararon en el Muro Occidental trajo triple alegría: Por nuestro éxito en transformar la amenaza existencial que estábamos enfrentando en un gran milagro de salvación, por nuestro regreso a la tierra de nuestros antepasados, donde se formó la identidad de nuestro pueblo y por la maravillosa unidad que nos unió y demostró que cuando somos uno, podemos enfrentar cualquier desafío», manifestó Netanyahu.
 
«Liberamos Jerusalem, la convertimos en una ciudad, no perfecta, sino total», añadió.
 
El primer ministro determinó que la ciudad «es próspera, abierta para todos, respeta a personas de diferentes creencias. Somos los que liberamos a Jerusalem de la negligencia y el desamparo continuo en el que vivimos. Somos los que la llevaron a un punto álgido en su desarrollo», concluyó Netanyahu